El temporal de nieve que el viernes provocó numerosos problemas en gran parte de Aragón remitió a lo largo de la madrugada de ayer permitiendo que se recuperase poco a poco la tranquilidad. No obstante, el frío intenso de los últimos días se mantendrá al menos hasta mañana lunes -la comunidad se mantiene en prealerta-, y la circulación sigue siendo difícil en bastantes tramos de la red secundaria de Teruel y Zaragoza.

A lo largo de la madrugada del viernes al sábado volvió la normalidad a la red principal. Los 2.000 camiones que permanecían atrapados en la autovía A-2 pudieron retomar paulatinamente la marcha, primero en sentido Zaragoza y luego en dirección Madrid. En torno a las 10.00 ya no había vehículos bloqueados, aunque los nervios y el cansancio acumulados provocaron algún momento de tensión de los transportistas con la Guardia Civil. La A-23 también quedo despejada.

Sin embargo, a mediodía de ayer todavía había problemas en más de 60 vías comarcales y autonómicas de Teruel y Zaragoza. Varios pequeños municipios estuvieron incomunicados hasta que las máquinas quitanieves despejaron sus accesos.

En Zaragoza, los trenes de la línea AVE circularon con retrasos debido a que el temporal obligaba a los convoyes a circular a 160 kilómetros/hora. Fuentes de Renfe aseguraron, no obstante, que todos los servicios programados pudieron completar su trayecto.

Además, dos aviones con destino a la capital aragonesa tuvieron que desviarse porque el techo de nubes estaba demasiado bajo: un carguero de Inditex que venía de Dubai tomó tierra en Barcelona por la mañana, aunque finalmente pudo llegar a Zaragoza en torno a las 17.00, y el vuelo de Ryanair procedente de Roma se vio obligado a aterrizar en Reus, desde donde la compañía trasladó a los viajeros en autobús. Fuentes del aeropuerto de Zaragoza insistieron en que estos contratiempos no tuvieron que ver con la nieve.

En la Comunidad de Calatayud, hubo varios pueblos aislados en la ribera del Manubles, en la del Perejiles, en la del Jiloca, en el Alto Jalón y en el entorno de embalse de La Tranquera. El problema se solucionó conforme se fueron limpiando las carreteras. Por su parte, el destacamento de la Unidad Militar de Emergencias desplazado a la zona hizo algunos trabajos por la mañana, pero a primeras horas de la tarde regresó a su base de Zaragoza.

En Teruel, el sol de mediodía limpió buena parte de las carreteras afectadas, pero a última hora de la tarde todavía quedaban 22 tramos de la red secundaria repartidos por las Cuencas Mineras, la Sierra de Albarracín, el Maestrazgo y Gúdar-Javalambre, por los que era necesario el uso de cadenas para circular. Además, hasta media mañana algunos pueblos como Rubiales, Tormón, Alobras o Veguilla de la Sierra, estuvieron aislados al haberse cortado a causa de la nieve la carretera de acceso. Un vecino de Rubiales, Valentín Villalba, explicó que el panadero pudo llegar a las 12 del mediodía gracias a las cadenas en su furgoneta y lo mismo el camión de la fruta que abastece a la población. Por su parte, una mujer de Tormón, Felisa Mora, mostró su temor a que las bajas temperaturas helasen la nieve, "y eso sí que es peligroso", dijo.

Este temporal ha afectado en menor medida a Huesca, donde ayer por la mañana solo había dificultades para circular a causa de la nieve en el acceso a la estación de Cerler y en el tramo entre Bielsa y el túnel fronterizo, y por la tarde no había más incidencia en la red viaria que la niebla que afectaba a la N-II y la AP-II en Fraga. Sí lo han notado las estaciones de esquí y no precisamente porque haya traído grandes cantidades de nieve sino porque la alerta meteorológica ha restado esquiadores a las pistas.