Cuestiones técnicas y administrativas han retrasado la incorporación de una nueva técnica en el hospital Miguel Servet, que permitirá reducir el 50% de amniocentesis. Hace dos años que esta técnica ya se aplica con buenos resultados en el Clínico.

Este procedimiento es un nuevo cribado entre las semanas 10 y 12 de gestación, que combina un análisis bioquímico para detectar los niveles de las hormonas Beta HCG y Pappa y una ecografía. Solo se hará la prueba invasiva si los parámetros obtenidos reflejan que puede haber riesgo para que el feto desarrolle alguna anomalía. La prueba tiene una fiabilidad de un 90%. En estos momentos, el criterio para realizar una amniocentesis era la edad, los 35 años.

Para llevarla a cabo, solo es necesario la incorporación de unos kits para la detección de las hormonas y un programa informático que automáticamente combina los resultados y da los parámetros.

En concreto, en el año 2008 se llevaron a cabo 1.244 amniocentesis, en las que se detectaron 20 anomalías cromosómicas. La edad de la madre motiva más del 60% de las extracciones de estos procesos. Las más beneficiadas por la prueba prenatal serán las mujeres de entre 35 y 38 años, ya que conforme avanza la edad el número de embarazadas disminuye. Mientras que 83 mujeres de 38 años se hicieron la amniocentesis en 2008, solo fueron 45 de 40; 35, de 41 y 11, de 43 años. Aunque también hay casos más excepcionales de madres más tardías: se contabilizaron siete con 44 años e incluso dos con 46 años.