TURISMO

El puente no maquilla una floja temporada

La que debía ser "la mejor semana del año" apenas alcanza el 70% de ocupación en el Pirineo o la sierra de Albarracín.

La calle Mayor de Jaca presentaba ayer este animado aspecto.
El puente no maquilla una floja temporada
LAURA ZAMBORAIN

El puente de la Asunción deja estos días a los hosteleros aragoneses un agridulce sabor de boca. Aunque respecto a otros fines de semana se ha elevado levemente la ocupación turística en el Pirineo, la sierra de Albarracín o los balnearios de Zaragoza, la del 15 de agosto se ha quedado lejos de ser "la mejor semana del año" como ocurría antaño. La persistente crisis económica, la competencia de destinos más baratos e, incluso, la inestable climatología han contribuido a que el cartel de 'completo' se haya quedado durmiendo el sueño de los justos en los cajones de recepción.

"Estimamos que la ocupación en el Pirineo ha descendido en torno a un 30% o 40% respecto al año pasado, aunque el análisis en profundidad depende de cada valle. El turismo en esta zona depende mucho del buen tiempo y las bajas temperaturas tampoco han ayudado", afirma Roberto Pac, presidente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca. También ha sido un puente 'descafeinado' en Benasque, donde "no ha acudido mucha más gente que el resto de fines de semana de verano". Así lo asegura el presidente de la asociación de turismo del valle, Jorge Llanas, que cree que "en tres días, por buenos que sean, no se arregla toda una temporada".

Llueve sobre mojado

El agosto pasado, la ocupación hotelera del Pirineo aragonés rondó el 85% y se antoja difícil que este año se alcancen cifras similares. Después del puente del 15 de agosto, las reservas van descendiendo y, además, hay que contar que en 2010 los precios de las habitaciones habían bajado hasta un 5% (la subida del IVA de julio la asumieron los empresarios) y, también, que el perfil de turista ha sido nacional y poco 'espléndido'. "Se viaja igual, pero los visitantes no pernoctan y gastan poco en los restaurantes, porque vienen con los bocadillos", comenta Fernando Cánovas, presidente de los empresarios turísticos de Teruel.

Mientras que en la capital la afluencia de visitantes durante el puente ha decaído notablemente respecto a 2009, en las zonas más turísticas de la provincia las cifras no han sido tan desastrosas. En Albarracín, los turistas siguen llegando, aunque sin la alegría de otros veranos. En el hotel Albarracín, el decano de la hostelería en esa comarca, la ocupación durante este fin de semana no ha alcanzado el 80%, una cifra insólita para este alojamiento si se tiene en cuenta que por estas fechas "siempre ha estado al cien por cien", señalaban fuentes de estas instalaciones.

En la otra punta de la provincia, en Gúdar-Javalambre, también se aprecia un descenso. Los hoteles más tradicionales mantienen una clientelela fiel, ya habitual todos los años, pero se registran muchas casas de turismo rural libres, "algo impensable en los días más fuertes, turísticamente hablando, del año", explica la gerente del hotel Selva Nevada de Alcalá. No obstante, Dinópolis, los Amantes y el patrimonio mudéjar de Teruel figura en el 'top ten' de lugares más visitados de Aragón, donde también tienen un hueco por derecho propio Ordesa, Lacuniacha, Loarre y Torreciudad, que cotiza al alza en el presente Año Jacobeo.

"Hay que tener en cuenta que el de la Asunción es tan solo un puente festivo en Andalucía, Asturias y Aragón", recuerda Ángela Herreruela, directora de márquetin del monasterio de Piedra, que es el destino más solicitado de la provincia de Zaragoza junto a la capital y los balnearios. En el caso de los centros termales, se percibe más animación que el resto del año, aunque los turistas buscan ofertas agresivas de última hora antes de reservar, a pesar de que los precios ya están más que ajustados. Los mismo sucede con "quienes han sustituido los viajes largos al extranjero en beneficio del turismo deportivo y de aventura", que también consigue capear el temporal. Así lo explica Juan Bazán, presidente de la Asociación de empresas de Turismo Deportivo de Aragón, a pesar de que "se nota la crisis" y casi se han olvidado "los años en los que el teléfono sonaba sin parar".

Fiestas patronales

La feliz excepción la protagonizan los no pocos municipios que estos días celebran sus fiestas populares. En Calatayud, que hoy cierra sus fiestas de San Roque, no cabía estos días un alfiler y en Biescas, donde los festejos continúan hasta el día 18, la ocupación hotelera ha alcanzado el 100%. "Se ha producido una gran afluencia de turistas y no quedan habitaciones libres. Mucha gente que otros años hacía viajes más largos y caros han decidido pasar estos días de fiesta en su segunda residencia", asegura el alcalde de la localidad, Luis Estaún. Es la cara amable de un mes complicado, al que los hosteleros se agarraban como a un clavo ardiendo y que, pasado su ecuador, les ha dejado más bien fríos.