Una vecina de Zaragoza, identificada como Eugenia L. A., perdió la vida en la salida de vía registrada el pasado sábado por la tarde en la localidad de Almonacid de la Cuba. Al cierre de esta edición, esta mujer era la última víctima mortal del puente festivo del "1º de mayo", que se ha cerrado con tres fallecidos en las carreteras de Aragón.

En el accidente ocurrido sobre las 18.00 en la A-1506, resultaron también heridas de gravedad Trinidad A. L., de 43 años, y Sara J. A.,de 13. Según informó la Delegación del Gobierno, por causas que se desconocen, el Opel Astra en el que circulaban las dos mujeres y la menor se se salió de la calzada por el lado derecho y terminó volcando en un desnivel.

Los otros dos accidentes mortales registrados durante este puente se produjeron en Figueruelas y Gurrea de Gállego. En el primero, ocurrido el pasado día 1, murió un vecino del barrio zaragozano de San José, Jesús G. L., de 41 años. Sobre las tres de la madrugada, cuando circulaba por la A-122, perdió el control de su Ford Orión y se empotró contra el remolque de un camión, estacionado muy cerca de la factoría de Opel España.

Al día siguiente, un conductor navarro de 36 años, identificado con las iniciales R. G. G., perdió la vida en un colisión frontolateral registrada en la carretera A-124, que une los municipios de Zuera y Erla, en el término oscense de Gurrea de Gállego. En este accidente, resultaron también heridas de gravedad dos personas.

Aunque las estadísticas de siniestralidad en carretera de este año son mejores que las de 2007, el balance del puente del "1º de mayo" ha sido peor que el anterior en Aragón. De hecho, hace un año solo hubo que lamentar un fallecimiento. Y se produjo en la provincia de Teruel, que en esta ocasión ha sido la única sin accidente mortales.

Además, en cuanto al número de siniestros y víctimas, el arranque del mes de mayo ha sido tan malo como el de febrero, cuando se contabilizaron diez fallecidos, justo el doble que en enero, marzo y abril.

Diez kilómetros de retención

Cientos de vehículos se vieron atrapados en el gran atasco que ayer volvió a soportar la Ronda Norte de Zaragoza. Según informó el centro de gestión DGT, los problemas comenzaron sobre las 11.45, y se mantuvieron hasta casi las 15.00. Como en los días anteriores, el origen de las retenciones fue el asfaltado de los nuevos ramales de la A-2, que obligó a cortar uno de los dos carriles de la calzada en dirección Barcelona.

Sobre las 13.30, el atasco llegó a alcanzar los diez kilómetros, entre la salida de Ranillas y el barrio de Malpica. Durante la tarde, una vez concluidas las obras, ya no se volvieron a repetir los problemas. Sin embarbo, el regreso de la costa trasladó los atascos a la A-68, a la altura de El Burgo de Ebro. Según informó la DGT, a las 20.30, se registraban en este punto diez kilómetros de atasco.