SONDEO HERALDO

El PSOE volvería a ganar las elecciones y podría elegir entre PAR y CHA-IU

El PP aumentaría considerablemente a costa del PAR, sobre todo en Huesca, pero se quedaría sin opciones para gobernar. CHA lograría mantenerse, salvo en Teruel, e IU podría ganar otro escaño en Zaragoza.

El PSOE volvería a ganar las elecciones y podría elegir entre PAR y CHA-IU
El PSOE volvería a ganar las elecciones y podría elegir entre PAR y CHA-IU

Los socialistas aguantan por el momento bastante mejor de lo que sus adversarios creían las consecuencias de la crisis económica y política de la Comunidad. De hecho, el PSOE volvería a ganar las elecciones autonómicas y sería el único con capacidad para formar gobierno, ya fuera repitiendo la coalición con el PAR u optando por un tripartito con CHA e IU. Una posibilidad que parece ganar enteros por los cruces que pueden darse ante la caída de los aragonesistas en los principales ayuntamientos y en las tres diputaciones provinciales.

De hecho, el PSOE mantendría su hegemonía en las tres provincias, aunque el PP recorta diferencias en Zaragoza y principalmente en Huesca, donde la remontada es muy importante, según los datos de la encuesta de intención de voto para las elecciones autonómicas elaborada por la empresa A+M para HERALDO DE ARAGÓN.

Los avances del PP en el conjunto de Aragón serían insuficientes para poder plantearse como alternativa a los socialistas. Al margen de si el cabeza de lista es Marcelino Iglesias o Eva Almunia, lo que implica que la decisión de los ciudadanos, tomando como referencia la intención de voto decidido, está muy definida.

Destaca, según los datos del citado sondeo, que los populares siguen teniendo un problema serio para remontar la diferencia con los socialistas. Por mucho que reduzcan a más de la mitad (de unos ocho a poco más de tres puntos) la diferencia, aplicando la ley electoral, sigue pareciendo insalvable que el PP puede optar a sumar con el PAR una alternativa de gobierno. Ni siquiera admitiendo una posible mejora de los populares en Huesca o Teruel.

Esto no implica descartar un cambio radical e inesperado, que tendría mucho que ver con el empeoramiento de la situación económica y el aumento del desempleo. Pero ni aún así el PP podría en las circunstancias actuales recuperar la Comunidad Autónoma. En consecuencia, tampoco las principales instituciones, salvo los ayuntamientos de Teruel y a lo mejor el de Huesca. En el aire quedan otros municipios, pero insuficientes para controlar las diputaciones provinciales y los consejos comarcales.

Y los pactos, guste o no guste, formarán parte de un paquete conjunto, lo que deja al PAR mucho más debilitado de lo que podría parecer y por primera vez desde 1987 podría quedar fuera de juego si se ponen encima de la mesa el reparto de poder global en todas las instituciones de la Comunidad Autónoma.

No estamos hablando de datos puntuales. Las tendencias en la intención de voto de los aragoneses que se obtienen en el sondeo de A+M para HERALDO responden perfectamente a una pauta marcada desde los pasados comicios de 2007 y que se ha ido manifestando con mayor intensidad en todas las encuestas realizadas en los tres últimos años.

Ha habido, por supuesto, puntos de inflexión más acentuados que afectaban a uno u otro partido. Ejemplos claros, entre otros, son La Muela y Asael para el PAR; el caso Gürtel y el de Jaume Matas para el PP; y la crisis, el trasvase y Santa Coloma para el PSOE. Hay más, pero no afectan a todos los partidos por igual.

Esa es una de las claves por las que el PAR cae en picado hasta su mínimo suelo. La valoración sobre su aportación para que PSOE y PP cambien su política sobre Aragón se ha difuminado, pese a la importancia que ha tenido en el desarrollo del Estatuto de Autonomía y en el aumento de competencias y de capacidad de autogobierno. Los aragonesistas se mantienen por su implantación territorial, aunque sus opciones siguen siendo más estables si aguantan sus acuerdos con el PSOE que si se vuelven a pasar al PP, porque perderían credibilidad según señalan los datos de la citada encuesta.

Pero, atención, que hay otro dato relevante y muy llamativo, que se pueden observar en los cuadros y gráficos adjuntos. Por primera vez desde hace siete años el nivel de indecisos no está aglutinado en torno a una sola opción política. Al contrario. el problema afecta a todos por igual, como es evidente con los resultados del sondeo. A unos más que a otros, por supuesto, pero no con una distribución tan equitativa entre las formaciones políticas.

Por concretar. Los indecisos se reparte por igual entre todos los partidos, incluso son más proclives a la abstención que al voto. Lo que quiere decir que para los próximos comicios de 2011, bajo los supuestos que indican los datos de esta consulta, las variaciones en uno u otro sentido serían escasas y no afectarían al conjunto y los resultados globales en las Comunidad Autónoma. Un ejemplo claro está en el intercambio de votos y de apoyos entre el PAR y el PP. Lo que baja uno, lo sube el otro, mientras que en la izquierda se diluye el intercambio y tiene más problemas con la abstención y el voto en blanco. La incertidumbre está en Huesca, sobre todo en la capital, mientras que el PSOE tiene como mejor fortaleza y con diferencia la ciudad de Zaragoza. Si aguantase el resultado en la capital aragonesa, el PP tendría muy poco que hacer y al PAR solo le quedaría tener la suerte de que el PSOE no lo abandonara y optara por CHA e IU.