Ya ha pasado un año. El 12 de diciembre de 2007 la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli se vistió de gala para presentar Gran Scala, el macro complejo de ocio y juego que fue bautizado como "el relevo de la Expo". Hoy, un año después, el sueño de convertir Aragón en el mayor centro de ocio de Europa, sigue siendo un sueño. Más cercano, sí, pero todavía lejos de convertirse en una realidad inmediata.

Y es que en estos doce meses se ha avanzado menos de lo deseado. Al menos, se ha terminado por definir la ubicación, tras múltiples idas y venidas. Ontiñena se ha llevado el gato al agua, pero los trámites para adquirir los terrenos se están demorando más de lo esperado. Tanto que la presentación que iba a realizarse hoy en ese municipio ha tenido que ser aplazada. No obstante, los promotores de ILD confían que a mediados de enero puedan formalizarse las primeras opciones de compra y pueda llevarse a cabo ese acto público.

Los retrasos han avivado la oposición al proyecto. La plataforma Stop Gran Scala sigue activa. En las últimas semanas, ha constituido una comisión que ha iniciado gestiones en Europa para "garantizar el cumplimiento inflexible de las directivas comunitarias en el futuro desarrollo" del complejo. Además, acaba de iniciar una nueva recogida de firmas para exigir al Ejecutivo autonómico que rompa el protocolo firmado con el consorcio. En esta línea de reivindicaciones, las asociaciones integrantes de la plataforma se manifestarán hoy en la plaza de España de Zaragoza para pedir al Gobierno que abandone el proyecto.

El acto, que comenzará a las 19.30, consistirá en una concentración con velas y antorchas. IU animó ayer a los zaragozanos a participar en la concentración. Además, anunció que ha solicitado ya formalmente en Bruselas la información enviada por el Gobierno español sobre el proyecto. También CHA estará en la protesta.

Pero a nadie se le escapa que el panorama de crisis económica hace ahora más atractivas las cifras del complejo: 14.000 millones de inversión y 60.000 puestos de trabajo. Precisamente, la Cámara de Comercio de Zaragoza aprobó ayer un documento en el que pedía avances en el proyecto y respaldaba a la DGA para consolidar esta apuesta que supondría "generar inversión directa, empleo y millones de visitantes".

A esos datos se agarra también el vicepresidente aragonés, José Ángel Biel. Ayer, reiteró estar "absolutamente convencido" de que los aragoneses quieren "fervientemente" que Gran Scala se instale en la comunidad. El aragonesista dijo además que ILD "está haciendo sus deberes", refiriéndose a los trámites iniciados para comprar los terrenos en Ontiñena. Sobre esta ubicación, afirmó que es "el mejor sitio del sur de Europa" para llevar adelante el proyecto. Por eso, confió en tener pronto "buenas noticias", aunque se mostró prudente. "Hay que seguir siendo un poquito discreto", concluyó.

Prudentes se muestran también en Ontiñena, pero muy entusiasmados al mismo tiempo. Su alcalde, Ángel Torres, recordaba ayer divertido que hace un año ni imaginaba que su localidad se encontrase metido en todo esto. "¡Quien nos lo iba a decir", explicó. El edil popular auguró además que "en 20 ó 25 días puede haber novedades" y aseguró ser "cada día más optimista". "Esto ya no tiene marcha atrás", dijo convencido.