PATRIMONIO/ARAGÓN

El obispo de Lérida incumple el acuerdo de devolver los bienes a Barbastro

Salinas firmó a final de junio que devolvería las piezas a la diócesis aragonesa en un plazo de 30 días. La Generalitat de Cataluña avisó que no lo permitiría. La DGA sigue sin personarse

El acuerdo no se ha cumplido. Los bienes de las diócesis aragonesas siguen custodiados en el museo de Lérida. A pesar de que el 30 de junio el obispo de Lérida, Xavier Salinas, y el de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, firmaron un protocolo por el que el primero se comprometía a actuar diligentemente para devolver en 30 días a su legítimo propietario las más de 100 piezas aragonesas, nada indica que la situación vaya a a cambiar.


El conflicto además ha dado un salto, ya que la Generalitat de Cataluña ha intervenido de forma activa para impedir la devolución y un juez de Lérida se ha declarado competente para volver a juzgar un asunto que ya tiene sentencia firme. De esta manera, lo que hace un mes supuso un impulso a las expectativas de recuperar estas piezas de arte aragonés se ha convertido en un nuevo fracaso.


Aunque ya no es posible cumplir el acuerdo en el plazo marcado, desde la diócesis de Lérida se ha asegurado que la intención no ha variado. Así, en su momento se explicó que la no devolución en julio se habría debido a la presión de la Generalitat de Cataluña, que no se ha visto contrarrestada por las instituciones aragonesas, y que su intención era intentar promover la devolución a partir de septiembre.


Durante estos 30 días ha habido declaraciones de todo tipo en la parte catalana, mientras desde Aragón se han mantenido posturas más discretas. El mismo día en que se hizo público el acuerdo, el Gobierno catalán, a través de un comunicado, se posicionó afirmando que "el acuerdo entre los dos obispos ignora la documentación incontestable que acredita la titularidad de las piezas". Además, invocó el principio de "unidad" museística para argumentar que los bienes no se pueden mover de Lérida.


En esa misma jornada, el alcalde de Lérida, el socialista Ángel Ros, afirmó: "No existe riesgo de que vayan a Aragón".


Estas declaraciones tuvieron su efecto apenas unos días después. El 9 de julio, el Obispado de Lérida anunció que les era imposible devolver las piezas en el plazo marcado. Esta declaración se produjo tanto por problemas internos dentro de la propia Diócesis como por la advertencia de diferentes áreas de la Generalitat de Cataluña.


Esta situación hizo a la Iglesia explicar que ellos habían ya cumplido su parte y que ahora era cuestión política. "La parte política también tiene algo que decir, espero que se cumpla el acuerdo lo mejor posible", explicó el nuncio apostólico, Manuel Monteiro de Castro minutos antes de reunirse con el presidente aragonés, Marcelino Iglesias. Este contestó señalando que "los políticos tenemos algo que decir en todo, pero no somos propietarios".


Por si no es suficiente desequilibrio, en este tiempo un juzgado catalán ha admitido a trámite la demanda de una asociación patrocinada por instituciones catalanas que pide que se declare propietaria de las piezas al Obispado de Lérida. Aunque éste ha pedido que no se admita a trámite la demanda, la asociación ha conseguido que el juez sí se declare competente para determinar si esas piezas son propiedad aragonesa o catalana.