El Miguel Servet y el Clínico de Zaragoza cierran hasta 400 camas por vacaciones

Las restricciones comenzarán en breve, aunque será en agosto cuando habrá menos servicios a disposición de los pacientes

Zaragoza. El ritmo hospitalario se reduce y, por lo tanto, como todos los veranos los centros sanitarios aragoneses también minimizarán sus recursos. En concreto, los hospitales Miguel Servet y Clínico de Zaragoza cerrarán en algún momento de las vacaciones hasta casi 400 camas.

 

Será el mes de agosto, cuando se reducen drásticamente los ingresos, cuando menos camas abiertas se mantendrán como todos los años. En el Servet, se dejarán de utilizar hasta 200 camas y, en el Clínico, en la primera quincena, 197, y en la segunda, 189.

 

No obstante, la reducción de servicios comenzará a partir de mañana, y se irá incrementando hasta el mes que viene. En el Miguel Servet, está previsto que la primera quincena de julio haya ya menos de 30 camas funcionando y se llegará a las 117, a partir del día 15. Según ha podido saber este periódico por diversas fuentes, la semana pasada incluso se hizo la prueba de cerrar la tercera sala de observación de Urgencias, pero tuvo que volver a abrirse a las pocas horas ante la afluencia de pacientes.

 

A partir del mes de septiembre, el ritmo hospitalario aumenta y, por lo tanto, se pondrán a disposición de los pacientes más camas (solo se mantendrán cerradas 81). Y la segunda quincena de septiembre, se vuelve a la normalidad y no habrá ninguna restricción.

 

En el Clínico, la situación será similar. Las primeras reducciones de servicio comenzarán a aplicarse entre el 10 y el 15 de julio, por ejemplo, en las plantas de Neumología o Dermatología o en la de Ginecología. Así, según los datos facilitados por la Junta de Personal, en la segunda quincena de julio, habrá 157 camas cerradas; 197, en la primera de agosto; 189, en la segunda; 106, del 1 al 15 de septiembre y 20, la segunda quincena.

 

En este mismo centro hospitalario, la Unidad de Aislamiento permanecerá inoperativa unos días (del 7 al 16 de agosto) para realizar obras de mantenimiento. Precisamente, estas restricciones en los hospitales aragoneses permite llevar a cabo arreglos y obras en diferentes servicios, además de cubrir las vacaciones de los profesionales.

Hay que tener en cuenta que los ingresos se reducen en este periodo entre un 20% y un 30% de lo habitual. Buena parte de estas hospitalizaciones se producen por intervenciones quirúrgicas y es, precisamente, durante el verano cuando menos operaciones se realizan.