La falta de plazas públicas para menores de tres años hace que la mayoría de las familias aragonesas tengan que recurrir a centros privados o contratar a una persona para cuidar de sus hijos. La demanda y la oferta se desequilibran especialmente en la ciudad de Zaragoza donde un 40% de las familias que solicitaron vacantes en las escuelas infantiles municipales para el próximo curso se han quedado sin puesto. El porcentaje se traduce en 585 niños, cifra que mejora los datos de los últimos años. En 2009, por ejemplo se quedaron fuera el 47% de los solicitantes (634 pequeños).

En la capital aragonesa hay once escuelas infantiles municipales en las que el Ayuntamiento se encarga de las infraestructuras y el mantenimiento y, el Gobierno de Aragón, de los sueldos del personal. En ellas pueden inscribirse niños de 4 a 36 meses que son atendidos por maestros especialistas en educación infantil y técnicos en educación infantil. La ratio es de un educador cada 6 niños de 4 a 11 meses; 11 pequeños de 12 a 23 meses; y 18 si sus edades están comprendidas entre los 24 y los 36 meses. Además, se escolariza a un alumno con necesidades especiales por aula.

Las tarifas -233,5 euros al mes como máximo- hacen que estos centros sean muy demandados. Este año, en concreto, ha habido 88 peticiones más que el curso anterior, según informaron este jueves fuentes municipales.

De momento, no hay proyectadas nuevas instalaciones para cubrir esta etapa educativa (se está acabando una en el Parque Bruil, pero pertenece a la fundación de la Caridad en la que participa el Ayuntamiento, pero también otras instituciones como la Diputación Provincial de Zaragoza y la Iglesia). En su programa electoral, el equipo del alcalde Juan Alberto Belloch planteó que todos los barrios de Zaragoza tuvieran alguna escuela infantil pública (dependiente del Ayuntamiento o del Gobierno de Aragón).

Tampoco se modificarán por ahora los criterios de acceso. Es decir, la inscripción estará abierta a todas las familias de la capital y los puestos se repartirán en función de los puntos que tenga cada una. Estos se obtienen por renta, familia numerosa, hermanos matriculados en el centro, discapacidad y según los miembros de la unidad familiar que trabajen (se dan 3 puntos si los dos progenitores están empleados, con el fin de ayudarles a conciliar).

Diferencias en los precios

Los que no hayan conseguido los puntos suficientes deberán afrontar los gastos que implica una guardería no subvencionada y que en la capital aragonesa llega a triplicar el coste máximo de las del Ayuntamiento.

Las tarifas varían según los centros y dependen del número de horas que el niño permanezca en las instalaciones. En el supuesto de que un niño estuviera atendido 8 horas con la comida incluida -y sin contar con becas u otro tipo de ayudas-, las cuotas de los centros privados oscilarían entre los 330 y los 690 euros, mientras que en las escuelas municipales, una familia pagaría 233,5 euros como máximo. Esa cifra disminuye si la renta per cápita de los solicitantes es inferior a 673 euros, si se tiene familia numerosa, o si el niño es fruto de un parto múltiple, entre otros.