El juez envía a prisión al joven acusado de matar a otro tirándole de su coche

El juez de guardia envió anoche a prisión a Sergio L., de 31 años, como presunto autor de la muerte de su amigo David G., de 19, con quien mantenía una relación sentimental. El magistrado le imputa un delito de homicidio y otro de amenazas y ordenó su prisión condicional y sin fianza.


La muerte de David G. se produjo sobre las 6.20 de la mañana del pasado 2 de julio en la carretera A-68, a la altura de Pinseque. Ambos amigos regresaban de Gallur, donde habían estado de fiesta, y se desencadenó entre ellos una acalorada discusión que terminó con la expulsión del coche de David G. y su caída al asfalto. Posteriormente, fue atropellado por dos turismos que circulaban detrás y que le causaron graves lesiones que le costaron la vida.


Sergio L., asistido por el letrado Javier Notivoli, negó ayer que tirara del coche a su amigo y explicó que tuvieron una fuerte disputa por motivos vinculados con su relación y que David G. "se puso histérico, abrió la puerta del coche y se tiró". Añadió que paró el vehículo y que al ver que le habían atropellado otros dos coches, "se le cayó el mundo encima" y se fue del lugar.


Le pidieron que se quedase



De hecho, los conductores de los otros turismos le dijeron que se quedase porque habían avisado a la Guardia Civil, pero él prefirió marcharse del lugar.


En contra de lo que se ha publicado, al parecer no le quitó el móvil y el DNI cuando ya estaba en el suelo, sino que, según manifestó, la víctima se los dejó en su coche y, posteriormente, se deshizo de ellos tirándolos a un contenedor de basuras en Alagón, donde fueron encontrados por la Guardia Civil.


Los testigos del suceso explicaron que el vehículo en el que iba la pareja circulaba por el carril izquierdo y que, de pronto, pegó un fuerte y brusco frenazo, así como un giro también brusco hacia el lado derecho y que, justo en ese momento, se abrió la puerta y una persona cayó al asfalto y la atropellaron.


Tanto este conductor como otro que también le arrolló pararon inmediatamente y avisaron a la Guardia Civil. Los testigos añadieron que le insistieron para que no se fuese del lugar, pero que él no dejaba de decir que su amigo "se había vuelto loco" y se había tirado a la carretera. Los conductores tomaron datos de la matrícula y modelo del vehículo y se los facilitaron a los agentes.


Los dos amigos se conocieron través de un chat de Internet y tenían relaciones, aunque no se podía considerar que fueran una pareja estable. Al parecer, la discusión vino motivada por comportamientos en antiguas relaciones de ambos.


Desde que se produjo el suceso, la Guardia Civil ha rastreado los ordenadores del detenido y de la víctima para averiguar qué tipo de mensajes se enviaban y cuanto tiempo hacía que se conocían. También llevaron a cabo un registro en el domicilio de Sergio L. e inspeccionaron los lugares en los que estuvieron juntos en la localidad de Gallur antes de cometerse el presunto homicidio.