TRASVASE DEL EBRO

El PP intenta parar la crisis y dice que aún no ha decidido si incluirá el trasvase

El secretario de Comunicación, Gabriel Elorriaga, afirma que habrá una propuesta "concreta", pero señala que está por redactar. Alcalde mantiene su disposición a dimitir si se incluye el Ebro, mientras el PP levantino insiste en que sí estará el trasvase.

Tras el golpe de efecto, llegó ayer el momento de valorar los daños y de intentar calmar la situación tras la decisión de dimitir del presidente del PP aragonés si el trasvase del Ebro forma parte del programa electoral. El PP nacional intentó aplazar la crisis a dentro de una semana (será el próximo sábado cuando se anuncie el contenido del programa) y aseguró que, de momento, no hay nada decidido sobre este asunto. El secretario de Comunicación del partido, Gabriel Elorriaga, informó ayer que el equipo de trabajo que está redactando el programa aún no ha abordado el artículo que debe fijar la política hídrica.


Eso sí, Elorriaga confirmó que, aunque no esté fijado el texto, sí se busca "un gran pacto en torno al agua mediante el consenso de todos" ya que "es necesario hacer llegar a todos los españoles este recurso necesario para el desarrollo económico". Además, planteó que "a partir de esa cuestión genérica, que es la que siempre hemos mantenido, tendrá una respuesta concreta o una propuesta concreta en el programa electoral".


Mientras el PP nacional intentaba enfriar los ánimos, desde el PP valenciano y murciano se insistía ayer en que el trasvase del Ebro sí estará y que formará parte del programa que va a aprobar el partido el próximo sábado. Incluso, filtraron varias opciones que se estarían barajando en los últimos borradores del programa. Todas con trasvase del Ebro incluido. En Murcia se ha asegurado que habría trasvase, pero "solo" de 700 hectómetros cúbicos, 350 menos que en el impulsado en el año 2000. Esta información parece que está directamente relacionada con el valenciano Vicente Martínez Pujalte, portavoz adjunto del PP en el Congreso, uno de los principales instigadores a favor del trasvase del partido y ahora candidato por Murcia.


Desde Murcia se dio además un paso más y el Gobierno de esa Comunidad, en manos del PP, aseguró que si ese partido gana las elecciones "habrá trasvase del Ebro". "No les quepa duda" de que las cuencas excendentarias cederán agua a las que no tienen", aseguró el portavoz del Ejecutivo murciano, el popular Juan Antonio de Heras.


Si el PP murciano siguió ayer presionando duramente, en Valencia no se cambió el paso, pero al menos se dio un pequeño respiro, intentando que el presidente del PP aragonés no llegue a dimitir. El vicepresidente de la Generalitat valenciana, Vicente Rambla, insistió en que defienden también el Pacto del Agua y que respetan "los derechos de otras Comunidades Autónomas por donde transcurren ríos".


Estatuto de Autonomía y agua

Y mientras todos los demás implicados marcaban su posición, en el PP aragonés se impuso la estrategia del silencio, solo rota ligeramente por algunos protagonistas. El principal, Gustavo Alcalde, indicó que no tenía intención de hablar de este asunto. Sin embargo, tras ser insistentemente preguntado, sí señaló: "Mi posición y la del PP en materia de agua es de sobra conocida por todos ustedes, la hemos expresado en muchas ocasiones y está plasmada, sin ir más lejos, en el Estatuto de Autonomía de Aragón".


Además, el portavoz del PP en las Cortes, Antonio Suárez, indicó: "Espero y deseo que estemos todos en el PP en el acuerdo de noviembre de 2006". En ese mes, los presidentes autonómicos del PP de Aragón, Valencia, Murcia y Castilla-La Mancha, tras reunirse con Mariano Rajoy, llegaron a un acuerdo relativamente ambiguo pero efectivo en cuanto que contentaba a todos. Sin embargo, ahora ya no parece suficiente en el PP levantino.


La decisión de Gustavo Alcalde de presentar su dimisión irrevocable si el PP incluye el trasvase del Ebro en su oferta electoral, podría extenderse a otros altos cargos del partido de su núcleo más cercano, según explicaron ayer fuentes de la formación y según la disposición indicada por algunos. Otros discrepan y consideran que se podría plantear como una situación para encarar la sucesión del partido.


Gustavo Alcalde habría asumido esta decisión como un gesto de asunción de una responsabilidad política personal. Si el trasvase del Ebro forma parte del programa, Alcalde plantearía su dimisión al no haber convencido a la dirección nacional de la necesidad de respetar la postura de consenso que ya se había alcanzado y que había sido asumida por el PP aragonés.