AVIACIÓN

El impago de las ayudas públicas afecta también a Wizz Air

La promotora del aeropuerto debe parte de la subvención a las dos compañías de bajo coste. El acuerdo con la aerolínea húngara se alarga 5 años con pagos anuales de hasta 748.000 ?.

Desembarque de los pasajeros del vuelo Bucarest-Zaragoza, ayer por la tarde.
El impago de las ayudas públicas afecta también a Wizz Air
ASIER ALCORTA

La sociedad promotora del aeropuerto de Zaragoza (PAZ) también debe parte de las ayudas públicas a la aerolínea de bajo coste Wizz Air tras haberse quedado sin fondos. Fuentes del Gobierno aragonés reconocieron ayer a este diario que el impago del Ayuntamiento de Zaragoza, con el que comparten a partes iguales el accionariado de PAZ, ha provocado una delicada situación financiera. Y no tiene visos de arreglarse a corto plazo, ya que el Ayuntamiento tan solo se ha comprometido a aportar el dinero que aún debe, correspondiente a 2010 y que asciende a 2,2 millones de euros, pero lo hará en cómodos plazos a lo largo de lo que queda del ejercicio.


Sobre la aportación que debía desembolsar este año, otros 2,1 millones, no ha tomado una decisión oficialmente, pero está condicionada a un acuerdo general con la DGA sobre la ordenación de pagos en los organismos públicos y entidades en los que comparten consejo de administración.


La situación pone en un verdadero aprieto la viabilidad de los vuelos baratos, ya que se deben varias mensualidades a las compañías y estas condicionan su permanencia al cobro de las ayudas pactadas. En el caso de Ryanair, se ha llegado a suspender hasta la venta de billetes para la próxima temporada de otoño-invierno, aunque desde la Consejería de Obras confían en que se retomen a partir del día 15 tras haberse reunido con una representación de la compañía la semana pasada.


La aerolínea húngara Wizz Air no ha tomado medidas tan drásticas, por lo que sigue comercializando sus vuelos a partir del mes de noviembre. Los viajeros pueden seguir reservando plazas para los vuelos que conectan Zaragoza con las ciudades rumanas de Bucarest y Cluj Napoca, los dos destinos comprometidos por la compañía en el contrato firmado en 2010 con la promotora del aeropuerto.


Dicho documento, cuyas cláusulas se negó a facilitar a este diario la Consejería de Obras Públicas, garantiza a la compañía el cobro de subvenciones durante cinco años. La aportación máxima anual se fijó en 748.000 euros, tal y como aprobó el consejo de administración de la promotora del aeropuerto en febrero de 2010. Las citadas fuentes de la DGA manifestaron que el desembolso de la sociedad pública no ha alcanzado la mitad del tope máximo anual.


La ayuda se cobra «a razón de diez euros por pasajero entrante con una ocupación mínima del setenta y cinco por ciento» y la empresa quedaba obligada a operar un mínimo de dos y un máximo de cuatro frecuencias semanales para cada destino. Este verano mantienen tres.


La aerolínea húngara llegó a ofrecer un tercer enlace con la ciudad rumana de Timisoara, pero la promotora del aeropuerto descartó subvencionarlo y le transmitió a finales del año pasado que sí estaría dispuesto a hacerlo con otros destinos europeos.