TEMPORAL

El granizo vuelve a cebarse con la zona de Calanda y daña los frutales del Bajo Cinca

En el Bajo Aragón el domingo cayeron pedriscos de hasta ocho centímetros. En Fraga y Zaidín las tormentas de ayer afectaron a las cosechas y causaron algunas inundaciones.

El granizo vuelve a cebarse con la zona de Calanda y daña los frutales del Bajo Cinca
El granizo vuelve a cebarse con la zona de Calanda y daña los frutales del Bajo Cinca
ESTHER ESTEBAN

El granizo ha vuelto a castigar a Aragón en las últimas 48 horas cebándose de nuevo con la zona de Calanda -que ya perdió buena parte de su cosecha de melocotón el 21 de julio- y afectando también al Pirineo, a las Cinco Villas y al Bajo Cinca. En esta última comarca las tormentas caídas en la tarde de ayer también han afectado seriamente a los frutales.

En el Bajo Aragón, a partir de las 17.00 del domingo pedriscos de hasta ocho centímetros de diámetro cayeron sobre Foz Calanda, Calanda, Torrevelilla y Belmonte de San José. La tormenta se extendió por toda la comarca dejando nuevas pérdidas en las cosechas de melocotón, almendra y oliva y causando además destrozos en tejados, vehículos y granjas.

La tormenta de Foz Calanda duró unos veinte minutos. "Primero hubo piedra seca, que es la que hizo más daño, y después ya se hicieron más pequeñas al caer con mucha lluvia", relató el alcalde de la localidad, Ricardo Sancho, quien fue uno de los afectados. "Los tejados de todas las granjas de la localidad, que son de uralita, están machacados", lamentó el primer edil.

Ayer, la nevera del bar de la localidad guardaba algo de lo que todo el mundo hablaba en el municipio y en los pueblos vecinos. Pilar Trallero, la propietaria, tenía una bolsa con las piedras de hielo recogidas el día anterior. "Quiero que mis padres, que viven en Calanda, las vean, porque no se creen lo que les cuento", señaló. No hubo daños personales, pero un rebaño de ovejas fue sorprendido por la pedregada, que hirió a los animales e incluso mató a uno.

Los talleres de reparación de vehículos de Alcañiz y las entidades bancarias también recibían ayer los primeros partes de seguros. En Calanda fue la segunda tormenta de pedrisco de este verano, por lo que se considera que todo el término municipal está dañado. Antonio Cerdán, de la cooperativa La Calandina, explicó que es pronto para evaluar la cosecha de melocotón que se verá afectada, pero adelantó que podría alcanzar el 70%. Desde UAGA-COAG se estima, como primera valoración, que se perderá toda la producción de melocotón y parte de la cosecha de oliva y almendra.

El domingo también granizó en las Cinco Villas -provocando algunos daños en la zona de Luna- y en el Pirineo. En Torla llegaron a caer pedriscos del tamaño de una pelota de golf provocado daños en los tejados y vehículos e inundaciones en viviendas. La pista de Bujaruelo se tuvo que cortar porque la acumulación de ramas y barro embozaba el paso, y también hubo algunos problemas con el agua en los cámpines que obligaron a realojar a parte de los acampados.

Ayer las tormentas fueron menos intensas, pero también dejaron granizo y hasta 30 litros por metro cuadrado en el Bajo Cinca. Poco después de las 18.00, una fuerte tromba que fue especialmente intensa durante unos diez minutos causó importantes daños en la cosecha de fruta, sobre todo en Zaidín y Fraga, y anegó algunas calles, naves, locales y garajes en esta última localidad.

La lluvia desbordó la capacidad de los desagües y canaleras y varias calles se convirtieron casi en ríos durante unos minutos. Los bomberos tuvieron que hacer varias salidas para achicar el agua ante la incapacidad de los sumideros, que en algunos puntos se vieron taponados por hojas y otros restos.

La peor parte se la llevó el campo. El granizo, que en un primer momento tenía el tamaño de un garbanzo y poco después se triplicó, ha podido arrasar cosechas enteras de melocotón y nectarina, además de afectar a la pera blanquilla. Fernando Luna, de Asaja, comentó que los daños pueden ser muy importantes. El técnico de esta organización, Luis Bailo, añadió que en este momento "los árboles están muy cargados" por lo que una tormenta de las características de la de ayer resulta muy perjudicial y "puede haber arrasado bastante". Por su parte, David Solano, de UAGA, también temía que las pérdidas fueran cuantiosas, aunque a la hora de cerrar esta edición aún no se tenían todos los datos.

Tejados acribillados. Un vecino de Foz Calanda muestra los daños causados por el granizo en el tejado de una nave.

Piedras casi como puños. Los habitantes del Bajo Aragón quisieron fotografiar, como recuerdo, los enormes pedriscos recogidos.