IDENTIFICACIÓN OBLIGATORIA

El Gobierno estudia ampliar el plazo para identificar los móviles de prepago

Las operadoras piden que se posponga la fecha límite del 7 de noviembre y que las líneas que se anulen puedan volver a activarse si sus propietarios las registran posteriormente.

La constatación de que a solo 10 días de que venza el plazo quedan unos 4 millones de españoles que aún no han identificado sus móviles de prepago ha hecho que el Gobierno central se plantee conceder una moratoria que retrase la desactivación de todas aquellas líneas que tengan más de dos años de antigüedad y sigan en el anonimato. Fuentes del Ministerio de Industria explicaron a Europa Press que han sido las operadoras de telefonía las que han solicitado esta medida tras comprobar que la medida podría afectar al 8% de sus usuarios.

 

En España hay más de 20 millones de móviles de prepago, de los cuales unos 540.000 corresponden a Aragón. En 2007 entró en vigor una ley que daba a las operadoras dos años para tener identificados a todos sus propietarios. Ese plazo expira el próximo 7 de noviembre, pero se calcula que todavía hay unos 8 millones de líneas sin registrar -de ellas, más de 200.000 en la comunidad-.

 

Gran parte de esos terminales ya no se utilizan, por lo que su desconexión no tendrá consecuencias prácticas. Sin embargo, también hay muchos usuarios que no han identificado su móvil por despiste o simplemente porque no se han enterado. Las compañías telefónicas han avisado de la situación por mensajes de texto y también mediante llamadas directas, pero hay que tener en cuenta que las tarjetas prepago son muy utilizadas por personas mayores y por inmigrantes que no pueden obtener un contrato.

 

Ante este panorama, Redtel, la patronal que agrupa a las principales operadoras españolas (Movistar, Vodafone, Orange y Ono), ha solicitado al Gobierno una moratoria del plazo fijado. Además, pretenden que las líneas que se anulen por seguir en el anonimato puedan volver a activarse si su usuario las registra correctamente. Según las empresas, esta fórmula permitiría cumplir lo establecido en la legislación y al mismo tiempo solucionaría el problema de que cientos de miles de ciudadanos no solo se queden sin línea, sino que pierdan su número de móvil.

 

En los últimos meses las tiendas de telefonía están recibiendo un goteo constante de clientes que quieren identificar su tarjeta de prepago. Según los establecimientos consultados por este periódico, en Aragón cada día están atendiendo a una media de entre 30 y 50 usuarios. Pese a todo, el sector espera una avalancha de última hora y también vaticina que, una vez que se anulen las líneas, habrá un aluvión de quejas de los afectados.