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El Estado prepara el recorte para 2011 de los presupuestos autonómicos

El Estado prepara el recorte para 2011 de los presupuestos autonómicos
El Estado prepara el recorte para 2011 de los presupuestos autonómicos

Un mal trago. Eso les anunció ayer la vicepresidenta económica a todos los presidentes autonómicos, que deberán afrontar sus últimos presupuestos antes de las elecciones de mayo de 2011 con el recorte de gasto más grande que hasta ese día habrán aprobado sus respectivos parlamentos regionales. Ni en la DGA ni en ningún otro Gobierno autonómico saben aún exactamente hasta qué punto van a tener que ajustar el cinturón, pero el Consejo de Ministros ya aprobó ayer una orientación clara de hacia dónde va la nueva situación: una caída del 7,7 por ciento en el llamado techo de gasto del Estado en 2011, que afectará de forma directa en las Comunidades.


Aunque no es matemáticamente trasladable, entre otras cosas porque esa cifra no incluye a todas las partidas del presupuesto, si la DGA tuviese que reducir su gasto no financiero en la misma proporción, supondría renunciar a más de 430 millones de euros respecto a lo aprobado en 2010. Para cualquier Gobierno autonómico, incluido desde luego el Ejecutivo PSOE-PAR, dejar de contar con una cifra de ese tamaño en unos presupuestos, de un año para otro, es asunto de muy complicada gestión, tanto por las implicaciones dentro de la administración como por lo que puedan plantear los agentes sociales. En el caso Aragón, desde la DGA aseguran que tienen medidas para contener el gasto, pero de momento aún no han dado señales de hacia qué capítulos enfocarán los recortes.


Pero el problema ya no es solo de que partidas quitan algún porcentaje del gasto previsto, sino que la cirugía parece que deberá ser mucho mayor de lo inicialmente asumido por los consejeros de Economía. El recorte a los ingresos autonómicos llegará además por diferentes vías, según dejó claro ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado. La DGA deberá lidiar con lo que implica una menor recaudación de impuestos en el nuevo sistema de financiación autonómica y con la disminución considerable de los ingresos que recauda directamente la Hacienda autonómica.


Y a esto habrá que sumarle el recorte de las actuaciones que, con dinero del_Estado, gestionaba directamente el Gobierno de Aragón. Ahí están por ejemplo todos esos programas de desarrollo rural que están dando mucho juego a los políticos en las comarcas y que, a no ser que el actual Ejecutivo los siga viendo como algo prioritario ante la cercanía de las las elecciones, se verán afectados ante este nuevo escenario. Es decir, si baja lo que se recibirá por el sistema de financiación autonómica, caen los ingresos directos y descienden considerablemente el dinero estatal que llega a la Comunidad a través de convenios, van a sufrir recortes en 2011 la práctica totalidad de las partidas de ingresos que nutren los_Presupuestos de Aragón. Ya adelantó de todas formas el vicepresidente de la Comunidad, José Ángel Biel, que los presupuestos para 2011 iban a ser restrictivos.


Todo esto lleva además a una situación complicada. Aunque la DGA reduzca su gasto, su déficit podría aumentar en vez de disminuir, según la previsión que manejan en el Estado. Como dato, si el Gobierno prevé un déficit en los presupuestos autonómicos para 2010 del 3,1 por ciento, para 2011 lo sitúa en el 3,3 por ciento, debido al fuerte descenso de la entrada de dinero en las arcas autonómicas. La perspectiva tendería en las autonomías a estabilizarse en 2012 (el déficit lo sitúan solo en el 1,3 por ciento) y a consolidarse en 2013 (en ese ejercicio, esperan que la diferencia entre lo que gasten la Comunidades y lo que ingresen sea el 1,1 por ciento).Vocación de permanencia

El problema de este nuevo escenario autonómico que plantea ahora el Gobierno central es que tiene vocación de permanencia. Aunque una parte de los ingresos que ahora recaudan las autonomías vía impuestos sí se recuperarán, otros muchos (los vinculados con el mercado inmobiliario) podrían no hacerlo. De ahí que el mandato claro de la vicepresidenta económica Elena Salgado a los barones territoriales es que vayan progresivamente reduciendo sus gastos, pero pensando ya en que no volverán a asumirlos.


Pero hay además otro frente. Aragón deberá lidiar con el fuerte descenso inversor que se anuncia desde los Ministerios. Este es ajeno a los presupuestos autonómicos. La vicepresidenta Salgado explicó ayer que, aunque en la cifra final la caída del techo de gasto es de un 7,7 por ciento, la caída llegará al 15 por ciento en lo que afecta a los Ministerios. Es decir, el recorte inversor a través de Fomento y de Medio Rural y Marino será en 2011 también muy notable en Aragón. La Comunidad podría dejar de recibir más de 145 millones de euros por esta vía. Y_lo peor es que esta no es la previsión más negativa.


Hay que tener en cuenta que en los dos últimos años la inversión estatal ha subido en más de diez autonomías, mientras que en Aragón ha bajado más de un 15 por ciento en este mismo periodo.