El río Ebro se desbordó en municipios de las comarcas de Ribera d'Ebre y Baix Ebre (Tarragona) a raíz del desembalse de las presas por las últimas lluvias, que han hecho alcanzar entre los 2.000 y los 2.200 hectómetros cúbicos por segundo a la altura de Ascó. El desbordamiento afectó cosechas de su tramo final y la plaza de Baix de Miravet.

El delegado del Gobierno en Terres de l'Ebre, Lluís Salvadó, aseguró que el caudal del río se encuentra "estable" y no se prevé un incremento si no sopla viento de levante. El desbordamiento ha afectado cosechas de Miravet, Xerta y Benifallet, y a zonas de árboles frutales de las comarcas de Baix Ebre y Ribera d'Ebre.

Salvadó se quejó de que los embalses de la cuenca del Ebro estaban "muy llenos" y se ha dado "poco margen de maniobra" a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para hacer frente al incremento de caudal, ya que por encima de los 1.800 hectómetros cúbicos por segundo, el río sufre riesgo de desbordamiento.

El caudal de 2.200 hectómetros cúbicos podría llegar en las próximas horas a Tortosa. Asimismo, Salvadó recordó que la situación sobre los 2.000 hectómetros cúbicos por segundo "se puede mantener un tiempo".

El embalse de Mequinenza se encontraba en abril a un 45% de su capacidad pero en pocas semanas pasó al 90%. Los últimos días se mantuvo entre el 93% y el 94%, lo que ha provocado su desembalsamiento.

La consellera de Justicia, Montserrat Tura, dijo que, con las lluvias de los últimos días, se ven imágenes de las cuencas hídricas, especialmente la del Ebro, llenas de agua, y aseguró que hay que "romper con una imagen difícil" de explicar, que es la de que haya un decreto de sequía pese a estas precipitaciones.

Recordó que el Decreto de sequía sigue vigente en Cataluña pese a todas estas lluvias, que han convertido este mes de mayo en "el más lluvioso del último siglo", y los embalses cuentan con reservas de agua más de diez puntos inferiores de las de hace un año, cuando el decreto ya estaba vigente.