La candidata del PSOE al Gobierno de Aragón, Eva Almunia, ya tiene vía libre para aterrizar en el Pignatelli y convertirse en consejera de Presidencia y representante oficial del presidente de Aragón, Marcelino Iglesias. El Consejo de Ministros tomó ayer en consideración su destitución de la Secretaría de Estado de Educación y Formación. Esta medida, que estaba anunciada desde hace un año pero que faltaba por concretar la fecha, hace posible ya su desembarco en Aragón la próxima semana. Será entonces cuando se materializarán los cambios de sillones en el Ejecutivo autonómico.

El calendario es el siguiente: el lunes, el BOE publicará el cese que ayer acordó el Consejo de Ministros. Ese día, aún tiene programado en Madrid un acto en calidad de secretaria de Estado. Pero el martes ya será efectivo. Y, si no hay cambios, ese mismo día, Iglesias promoverá una crisis de Gobierno en la DGA para que asuma la cartera de Presidencia. Su actual titular, Javier Velasco, como publicó ayer HERALDO, dará el salto a la Consejería de Ciencia, Tecnología y Universidad.

Por su parte, la titular de este departamento, Pilar Ventura, tiene muchas posibilidades de acabar en el Ejecutivo de Zapatero como directora general de Función Pública, dependiente del Ministerio de Presidencia, que ocupa Ramón Jáuregui. No será hasta el próximo viernes cuando se ratifique. Hoy, el presidente de Aragón y número tres del PSOE tratará de cerrar este nombramiento durante el desarrollo del comité federal.

La llegada de Ventura a Madrid no tiene por qué ser complicada. Entre otras cuestiones, dejó buen recuerdo en la Administración central durante su etapa en la DGA como directora general, de ahí que no esté habiendo grandes problemas para su designación. Además, Ventura formó parte del equipo de Almunia en Educación, aspecto que en las actuales circunstancias también tiene que considerarse.

A primera hora de la mañana de ayer se comentó que iba a ser aprobado su nombramiento por el Consejo de Ministros de esa misma jornada. Sin embargo, esto hubiese obligado a adelantar a ayer la crisis de Gobierno de la DGA, lo que era inviable para Almunia. Además, lo que tocaba ayer eran los recambios en las secretarías de Estado y no será hasta la próxima semana cuando se produzcan los relevos en las direcciones generales de forma amplia.

Junto a Ventura, algunos socialistas aseguran que Iglesias está trabajando para que haya al menos un segundo nombramiento que afecte a esta Comunidad. En este caso, todo son dudas y lo único que señalan es que se está trabajando en diferentes opciones. Pese a que no acaba de gustar en el PSOE aragonés, en principio no está entre las quinielas la sustitución del actual delegado del Gobierno por alguien de más confianza, así que es una incógnita quién puede ser el otro elegido para ocupar plaza en Madrid.

Si finalmente Iglesias consigue colocar dos fichas en el Gobierno, supondrá una demostración de poder del nuevo cargo orgánico que ostenta. Sobre todo cuando lo que está haciendo Rodríguez Zapatero es reducir cargos, ya que implicaría que Aragón gana cuota en el Gobierno mientras otras Comunidades pierden peso.

Su nombramiento como secretario de Organización de los socialistas deja aún más despejado el camino de la candidata, que podrá ejercer de delegada de Iglesias sin tener que justificarse constantemente. Las obligaciones del actual presidente en Madrid darán más protagonismo a una candidata que iniciará su carrera hacia el Pignatelli desde dentro y con todos los resortes del Gobierno a su disposición. Se convertirá en la presidenta 'in pectore'. Recorrerá el territorio y comparecerá en las Cortes en nombre de Iglesias.