SANIDAD-ARAGÓN

El Clínico y el Servet estudian cubrir juntos las guardias de neurocirugía

Actualmente los profesionales deben hacer frente a un exceso de trabajo por el envejecimiento de las plantillas. Cada hospital se turnaría semanalmente para asumir las urgencias que se generan.

Los servicios de neurocirugía del Hospital Miguel Servet y el Clínico Universitario Lozano Blesa están estudiando coordinarse para asumir, juntos, las guardias neuroquirúrgicas, según ha confirmado a este periódico el Servicio Aragonés de Salud.


No es la primera vez que estos hospitales y la Administración plantean cambios organizativos que facilitarían que los especialistas no tuvieran que hacer frente a unas jornadas maratonianas y que consolidarían la atención a los usuarios. Ya lo intentó el anterior gerente del Salud, Antonio Brun, pero no es fácil coordinar dos servicios que, además, atienden a una población dispersa y en aumento. En Aragón, dentro del sistema público, solo Clínico y Servet tienen sendos servicios de neurocirugía.


La idea es implantar este modelo cuanto antes, pero según informó el gerente del Salud, Juan Carlos Bastarós, se sigue trabajando con ambos servicios para modificar o incorporar todo lo que se vea necesario.


Una de las ideas que se ha propuesto es que, cada semana, esté de guardia un hospital: una semana el Clínico, y una el Servet, y así sucesivamente. Durante estos siete días, todas las urgencias de tipo neuroquirúrgico que se generen en Aragón, La Rioja y Soria, serán remitidas al centro sanitario que esté 'de guardia'.


En Aragón, ya existe algo parecido con el programa Triamar (Plan de Tratamiento Revascularizador del Infarto Agudo de Miocardio), y el 061 se encarga de remitir a los pacientes al centro sanitario correspondiente en cada ocasión.


Además, en el otro hospital -el que esa semana no esté de guardia- habrá algún neurocirujano localizable, que acudirá a su centro de referencia si hay algún problema de su planta (no urgencias), y que podría apoyar la labor del otro hospital si fuera necesario.


De momento, nada está firmado, y serán los servicios y los directores de los hospitales los que terminarán por decidir cuál es la organización que mejor cumple las expectativas del paciente y, a la vez, ofrece una alternativa más digna para los profesionales. Este plan, además, no tiene por qué ser rígido: podrá evaluarse y modificarse si es necesario.


Más de 7 guardias al mes


El envejecimiento de las plantillas que afecta ya a todas las especialidades sanitarias está causando unas importantísimas cargas de trabajo. Por ley, los médicos de más de 55 años tienen derecho a dejar de hacer guardias. Pero, entonces, estas deben repartirse entre el resto de personal de su servicio.


Esto propicia que, en estos hospitales, cada mes, una sola persona pueda llegar a hacer hasta 8 o 9 guardias de presencia física (cada una es de 17 horas, y enganchan con una jornada previa normal). Actualmente, solo hay cinco personas que hacen guardias en cada hospital, cada mes hay 30 días y todo se complica, por ejemplo, en vacaciones. Además, de estas 10 personas, muchas tienen entre 45 y 55 años, lo que invita a tomar soluciones.


El jefe de neurocirugía del Servet, José Eirás, insiste en que es posible lograr coordinarse, pero no es fácil. "Los dos servicios son asimétricos, no están equipados igual ni atienden los mismos casos, por eso aún hay que revisar y trabajar ciertas cosas".


El jefe de este servicio en el Clínico, Javier Villagrasa, recalca que el envejecimiento de las plantillas está generalizado en la medicina española y que es necesario encontrar soluciones. "Los médicos también envejecemos, y los jóvenes que hacen guardias asumen unas jornadas desmedidas. La población debe ser sensible a este problema. Además, tenemos capacidad para adaptarnos, para ir cambiando y mejorando el plan y, lo más importante, para seguir ofreciendo una asistencia de calidad al paciente".