ESPECIES INVASORAS

El castor europeo, un roedor invasor, se extiende por el tramo aragonés del Ebro

El castor europeo, una especie invasora introducida ilegalmente en Navarra y La Rioja hace seis años, ha llegado a Aragón. El Departamento de Medio Ambiente de la DGA ya ha constatado la presencia de este roedor acuático en las Altas Cinco Villas -en un afluente del Aragón- y en cuatro municipios situados a orillas del Ebro: Gallur, El Burgo, Pastriz y Zaragoza. No obstante, técnicos y agentes de protección de la naturaleza siguen prospectando el eje del río para tratar de determinar el alcance de la plaga.


"De momento, hemos confirmado que hay un núcleo poblacional en El Burgo de Ebro -explica el jefe del servicio de Biodiversidad de la DGA, Manuel Alcántara-. Creemos que también se ha asentado en la zona de La Alfranca, pero es probable que además haya llegado a otras zonas". Alcántara recuerda que, aunque se trata de un animal con imagen bonachona y afable, el castor europeo es una especie exótica que puede perjudicar la recuperación de otros mamíferos autóctonos como el visón europeo.


Frenar su avance


"La cotorra también era un animal gracioso al principio, pero luego ha dado muchos problemas -recuerda este técnico-. Por eso lo que hay que hacer con este tipo de especies, y lo que estamos intentando, es tratar de frenar su avance antes de que sus poblaciones se disparen".


El castor europeo ('Castor fiber') es el roedor más grande de Europa y Asia. Ya estuvo presente en los ríos del norte de la Península Ibérica durante la Edad Media y posiblemente hasta hace algo más de tres siglos, pero se extinguió debido, probablemente, a la sobrecaza, ya que tanto su piel como su carne eran muy apreciadas.


Se trata de una especie herbívora totalmente adaptada a la vida anfibia que se alimenta de corteza y hojas. Para conseguir esa comida, utiliza unos fuertes dientes que le permiten roer los troncos de los árboles hasta derribarlos. "Aunque su actividad es menos destructiva que la del castor americano, llega a talar chopos y sauces de 20 o 25 centímetros de diámetro", avisa Alcántara.

Estos mamíferos también utilizan la madera y las ramas para construir sus refugios. No obstante, a diferencia de su pariente americano, el europeo no fabrica grandes diques como las que se pueden ver en Estados Unidos o Canadá.


Una introducción ilegal


En la primavera de 2003, un grupo ecologista belga que lucha por la recuperación de esta especie soltó 18 castores procedentes de un zoo de Baviera en un tramo del Ebro situado entre La Rioja y Navarra. Lo hizo sin autorización alguna, sin tomar las precauciones sanitarias mínimas y sin hacer ningún estudio de viabilidad. Por eso la Unión Europea autorizó a las autonomías afectadas para acabar con esa población.


"El castor europeo es un animal incluido en los listados de protección de la Directiva Hábitats, lo que conllevaría la necesidad de crear un LIC en las zonas en las que está presente de manera natural, pero en este caso hablamos de una especie exótica que está fuera de sitio -insiste Alcántara-. Inicialmente parecía que esos ejemplares liberados no habían llegado a Aragón, pero más tarde los técnicos de La Rioja y Navarra nos advirtieron de que se estaban expandiendo de forma discontinua". Algunos castores pueden recorrer más de 60 kilómetros antes de asentarse en una zona que no está conectada con el resto de núcleos poblacionales.


El jefe del servicio de Biodiversidad de la DGA explica que este roedor puede provocar algunos daños en las choperas de cultivo. No obstante, lo normal es que dañe los árboles situados justo a la orilla del río. "El problema es sobre todo que puede alterar el hábitat de otras especies como el visón europeo", comenta.