Puede ser la solución a la falta de empleo, una salida a la crisis, y muchos lo saben. La opción de alistarse en las fuerzas armadas gana adeptos entre los jóvenes aragoneses, que ven en el uniforme verde la posibilidad de empleo, sueldo y formación, frente al abismo de las listas del paro.

Tras un año 2010 donde las plazas ofertadas en todo el país se quedaron en 325, este año se multiplican las oportunidades. Solo en la primera convocatoria de 2011 ya han salido a selección 1.050 (159 en Aragón), a las que se han presentado 677 aragoneses, más del doble que todo el año pasado, cuando optaron 322 jóvenes de la comunidad.

Las próximas citas serán el 20 de mayo, el 18 de julio y el 7 de octubre, y aunque todavía se desconocen el número de plazas ofertadas, todo hace indicar que habrá opciones para muchos. «Depende de la convocatoria, pero lo normal es que el límite de edad se fije en 29 años», señala el Teniente Coronel Lugo, jefe del Área de Reclutamiento de la delegación de Defensa en Zaragoza. «Lo que se pretende –precisa-, es conseguir una población en el Ejército acorde con las necesidades físicas que requiere esta profesión».

En cuanto a la categoría de acceso, se tiene en cuenta la formación académica del candidato. Para entrar como soldado se requiere contar con la ESO terminada, para suboficial, el bachillerato o un grado medio de Formación Profesional, y para oficial, el bachillerato más la selectividad o un grado superior de FP.

«Hoy son muchos los que ingresan como vía de acceso posterior a la Policía Nacional o la Guardia Civil», apunta Lugo. Aunque también los hay que simplemente deciden formarse durante unos años en el Ejército, o los que deciden hacer carrera militar. «A través de promoción interna, un joven puede entrar como soldado y llegar a Teniente», señala el responsable de Reclutamiento.

Requisitos y proceso de selección

El proceso de ingreso pasa por las siguientes etapas. El aspirante solicita cita en el Área de Reclutamiento de su localidad de origen -puede ser presencial, telefónica o por internet-. A continuación, se le asigna un día y una hora a la que tiene que acudir con toda su documentación al Centro de Selección más próximo a su localidad.

Se comprueba su documentación y se le asigna una puntuación en función de diversos factores (estudios, carnés, idiomas...). Después se realiza una Prueba de Aptitudes (test psicotécnicos) y finalmente un psicólogo le orientará para la elección de plazas. En la segunda fase se realizan las pruebas físicas y el reconocimiento médico que incluye las pruebas de personalidad. En esta etapa obtendrán el resultado de ‘apto’ o ‘no apto’.

Para ello, los candidatos deben cumplir una serie de requisitos, entre los que se encuentran tener la nacionalidad española (o la de alguno de los países que figuran en el apéndice 2 de la documentación), ser mayor de edad y no superar los 29 años el día de incorporación al centro de formación correspondiente. Además, debe carecer de antecedentes penales, y no tener abierto en calidad de procesado o imputado ningún procedimiento judicial por delito doloso.

Tampoco puede haber sido separado mediante expediente disciplinario del servicio de cualquiera de las administraciones públicas, o de los órganos constitucionales, o de los órganos estatutarios de las comunidades autónomas, ni hallarse inhabilitado con carácter firme para el ejercicio de funciones públicas. Por último –aunque existen más requisitos obligatorios de menor importancia-, hay que estar en posesión de los niveles de estudios o de la titulación exigida para acceder, en su caso, a cada plaza.