La intensa nevada registrada en las sierras del Maestrazgo y Gúdar, unida a las ventiscas, obligó a cortar por la mañana la carretera A-226, que comunica Teruel con Cantavieja, y los accesos a las pistas de esquí de Valdelinares. La circulación solo se pudo restablecer -aunque con cadenas- en los accesos al Maestrazgo hacia las 09.30 con el paso de las máquinas quitanieves, mientras que la comunicación entre Alcalá de la Selva y la estación invernal permaneció cerrada durante toda la jornada.

La A-226 y en especial los puertos de Cabigordo, Cuarto Pelado y Villarroya, se vieron muy afectados por la caída de nieve y los ventisqueros, que invadían la calzada continuamente. Un vecino de Villarroya de los Pinares explicó que, por la mañana, media docena de turismos se quedaron detenidos durante horas en el pueblo ante la imposibilidad de seguir camino hacía Cantavieja. El intenso frío -hasta un grado bajo cero- y el viento complicaron el tráfico rodado.

El grosor de la nevada alcanzó los 15 centímetros en Villarroya y parecido espesor registró en la vecina Cañada de Benatanduz. La encargada del multiservicio rural de esta última localidad, María Bravo, reconoció que la nevada, que se prolongó durante toda la jornada, fue excepcionalmente intensa "para estas alturas del año". Las principales incidencias derivadas del temporal en la localidad fueron las interrupciones en el suministro eléctrico, que en una ocasión alcanzó las dos horas. Bravo añadió que también el funcionamiento del teléfono móvil fue muy deficiente debido al mal tiempo. Por otro lado, se produjeron apagones en otras localidades de las estribaciones del sistema Ibérico.

El frío también fue intenso en la capital turolense, donde se registró una temperatura mínima de 1 grado. El viento incrementó la sensación de frío y provocó una intervención de los bomberos para retirar tejas inestables de un edificio de la calle San Juan.