SERVICIO ESCOLAR

Educación ordena abrir los comedores

La DGA toma la decisión tras comprometerse el Ayuntamiento a aportar el mismo dinero que el curso pasado, lo que garantiza que no habrá recortes en las subvenciones a escolares.

El pasillo que conduce al comedor del colegio Ramiro Solans volverá a llenarse de niños el martes cuando se reanude el servicio.
Educación ordena abrir los comedores
JOSé MIGUEL MARCO

Los más de 300 niños desfavorecidos de Zaragoza que habían dejado de asistir al comedor escolar por el retraso en la concesión de becas podrán volver a utilizar el servicio de forma gratuita hasta que les llegue la ayuda oficial. El Ayuntamiento y el Gobierno de Aragón desbloquearon este jueves sus negociaciones y garantizaron que ambos mantendrán su aportación para subvenciones, por lo que no habrá recortes y se dará la misma cantidad de becas que el pasado curso. "El problema está resuelto", aseveró la consejera de Educación, Dolores Serrat.

 

Con el compromiso municipal en la mano y, sabiendo que se podrá contar con el dinero suficiente, el Servicio Provincial de Educación en Zaragoza dio orden este jueves a los colegios públicos de que permitan a los alumnos que el curso pasado se beneficiaron de una beca -y este año la hayan vuelto a pedir- utilizar el servicio sin pagar hasta que se les renueve oficialmente la subvención. La DGA asegura que se trabaja para agilizar los trámites y resolver cuanto antes las solicitudes de estos alumnos y de los nuevos comensales.

 

De este modo, volverán a funcionar a pleno rendimiento los comedores que ahora lo hacían bajo mínimos: en los colegios Santo Domingo, Andrés Manjón y Marcos Frechín, por ejemplo. Y se reanudará el servicio en los dos que permanecían cerrados. Este será el caso de la escuela Ramiro Solans, del barrio Oliver, donde más del 90% de los usuarios del comedor (unos 90 pequeños) disfrutaban el año pasado de una ayuda y que este curso ha recibido 110 solicitudes. Para casi todas las familias de este centro, según explicó la directora Rosario Blanco el miércoles, resulta inasumible pagar el precio del cubierto, por lo que decidieron desapuntar a sus hijos del comedor hasta que se les subvencionara la tarifa.

 

El Servicio Provincial de Educación llamó ayer al colegio para pedirle que comunicara a los padres el cambio y que abriera el comedor. Esto se hará la semana que viene, previsiblemente el martes, para que dé tiempo a avisar a las familias y a organizar los menús y el trabajo de las monitoras.

 

Otro centro afectado

La misma situación se vive en el otro colegio público del barrio Oliver, el Fernando el Católico, que -como se conoció ayer- también se había visto obligado a cerrar el comedor por falta de usuarios. El año pasado, esa escuela tenía 80 niños becados y solo dos o tres pagaban la cuota íntegra. A principio de este curso, el director comunicó a los padres que el sistema había cambiado y que, hasta que se dieran las becas, tendrían que abonar el servicio. "La respuesta fue casi unánime. No pueden con ese gasto. Hay familias con cinco o seis hijos para los que desembolsar 77 euros mensuales por cada niño es imposible", contó Felipe Bermejo, director de ese centro público que ayer mantenía el servicio inactivo.

 

"Todos están muy preocupados", recordó este maestro y añadió que abrirá el comedor tan pronto como pueda. "Hay que contactar con la empresa de cáterin y preparar todo, por lo que no funcionará hasta el lunes o, seguramente, el martes", anunció.

 

La consejera de Educación insistió este jueves en que "nunca" se ha dicho que no se iban a dar becas, pero reconoció que no tenían clara la cantidad que aportaría el Ayuntamiento, lo que ha generado problemas "en unos pocos colegios" que urgía resolver. "Hoy (por el jueves) he hablado con (el vicealcalde de Zaragoza) Fernando Gimeno y puedo asegurar que el convenio de las becas se cerrará con la misma cuantía que el año pasado. Ahora vamos a elaborarlo, pero se puede decir que el problema se ha solucionado", señaló Serrat en conversación telefónica.

 

El origen del problema

Ese acuerdo entre administraciones está en el origen de este conflicto. Las becas de comedor se financian casi al 50% entre DGA y Ayuntamiento. Otros años, aunque las resoluciones no se publicaban hasta octubre, los beneficiarios recibían en septiembre una beca provisional que les permitía comer en la escuela gratis o con descuento hasta la llegada del documento oficial.

 

Este curso, la falta de concreción de la partida municipal ha demorado la negociación y los colegios se han visto obligados a pedir a las familias que pagaran por el cubierto de sus hijos hasta que se les concediera la beca. Entonces, se les devolvería el dinero de los días que hubieran abonado previamente. Esto ha vaciado los comedores de los centros que escolarizan a más niños desfavorecidos. Pero, según aseguró ayer la consejera Serrat, las últimas medidas adoptadas harán que vuelvan a llenarse en los próximos días.

 

El retraso en la concesión de las becas fue criticada ayer por el portavoz de Izquierda Unida en las Cortes de Aragón, Adolfo Barrena, que mostró su malestar por los problemas creados. Su compañero de partido en el Ayuntamiento de Zaragoza, José Manuel Alonso, subrayó que el Consistorio "no es culpable" del cierre de comedores escolares porque no tiene competencias en esta materia y depende del dinero que le ingresa el Gobierno de Aragón, que a su vez recibe del Estado.

 

Al respecto, la consejera comentó que no le consta que ese fondo esté bloqueado, pero no quiso entrar en más detalles y volvió a incidir en que el convenio con el Ayuntamiento ya está en marcha y las becas, más cerca.