SUCESO EN NOCHEVIEJA

Dos heridos graves tras una reyerta con arma blanca en el Tubo de Huesca

Una de las víctimas recibió dos navajazos en el abdomen y uno en la nuca, que pudo ser mortal, mientras que el dueño del bar donde comenzó la pelea sufrió cortes en una mano.

La Nochevieja oscense terminó mal y aún pudo haber sido peor. Una pelea con arma blanca a las puertas de un conocido bar de la capital altoaragonesa acabó con dos personas heridas de gravedad. El presunto agresor, un joven de 25 años del que solo se han facilitado sus iniciales, N. H. S., fue detenido por la Policía en el lugar de los hechos, en la calle Roldán, más conocida como el Callejón del Saco, y está a la espera de pasar a disposición judicial.

 

Los dos heridos, por su parte, permanecen ingresados en el Hospital San Jorge de Huesca, donde fueron intervenidos ayer quirúrgicamente: el dueño del bar, Jesús Alarcón Pocino, de 40 años y vecino de Huesca, fue operado de los cortes que el agresor le produjo en la mano; mientras que Paco Losada Roca, de 28 y también de Huesca, recibió dos puñaladas en el abdomen y una tercera en la nuca, que podría haberle causado la muerte, según fuentes sanitarias. Aunque su estado es grave, permanece estable en una habitación de planta del hospital.

 

La reyerta comenzó a las 5.15 en el Flow Micro Club, en el Tubo de Huesca. Según diversas fuentes, fueron dos chicas las que comenzaron una discusión en la que pronto se enzarzaron los compañeros de ambas. "No sé qué la ha originado, pero estaban dos chicos empujándose dentro del bar", comentó Jesús Alarcón, dueño del establecimiento y una de las personas que resultó herida en la pelea cuando intentaba mediar. Él, rápidamente saltó de la barra, relató, y junto al guarda de seguridad "los sacamos a la calle".

 

Una vez en el exterior del recinto intentaron calmar los ánimos de los dos jóvenes que protagonizaban el altercado. "Los hemos separado, uno en cada esquina de la calle. Y yo me he quedado frente a uno de ellos, mientras que el guarda vigilaba al otro", resaltó. Pero de repente el hombre que tenía delante Jesús Alarcón llevaba una navaja en la mano. "Ha sido todo muy rápido. Me he vuelto para sujetarla e intentar frenarlo, y es cuando me ha herido en la mano derecha", explicó.

 

Fue así como el agresor consiguió escabullirse de Jesús Alarcón y se fue a por el joven con el que había comenzado la pelea en el bar. Le asestó al menos tres puñadas, dos en el abdomen y un en la nuca, antes de que el guarda de seguridad del bar consiguiera reducirlo en plena calle.

 

Minutos más tarde llegó a la zona un coche patrulla de la Policía que, tras realizar una ronda por las discotecas del polígono, se disponía a recorrer las calles del Tubo de Huesca. Los agentes detuvieron al presunto agresor, N. H. S., y lo condujeron a dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial.

 

Según explicó Jesús Alarcón, un amigo les trasladó en coche, tanto a él como al otro herido, Paco Losada, hasta el Hospital San Jorge de Huesca. Ambos tuvieron que ser operados de urgencia. Losada, según informaron fuentes del Salud, tenía una herida penetrante en la cavidad abdominal con sección de dos asas intestinales y peritonitis localizada, y otra en la región occipital de cuatro centímetros de profundidad que, gracias a que entró en diagonal no fue mortal. Además presentaba lesiones superficiales en el cuero cabelludo y varios hematomas. Alarcón tenía varios cortes en la mano.

Tumulto en un cotillón

Por otro lado, la fiesta de Nochevieja se truncó al final en la carpa de la Peña 10 d' Agosto de Huesca, donde acudieron 1.000 personas. La impaciencia de un grupo por recoger sus abrigos terminó en un asalto al guardarropa que originó un auténtico tumulto. El servicio de seguridad contratado por la peña no pudo frenar la avalancha y fue necesaria la intervención de la policía para desalojar el recinto. No hubo heridos de consideración, pero varias personas sufrieron golpes y pisotones. En las prisas por salir muchos cogieron prendas y bolsos que no eran suyos. La Policía Local tramita las denuncias presentadas y la peña, además de pedir disculpas, garantiza a los afectados la recuperación de sus pertenencias o, en su caso, la compensación a través del seguro que habían contratado para el cotillón. Responsables de la policía, del ayuntamiento y de la peña se reunirán el lunes para abordar lo ocurrido.