MEDIO AMBIENTE

Desbloquear el recrecimiento del embalse de Yesa ya solo depende del Ministerio

El Consejo de Estado emitió su dictamen el 22 de junio, por lo que únicamente resta la aprobación del Consejo de MinistrosLas obras, anunciadas por Narbona para 2009, no se acabarán al menos hasta 2015.

Imagen de las obras del recrecimiento tomada en mayo desde la presa actual.
Desbloquear el recrecimiento del embalse de Yesa ya solo depende del Ministerio
JOSé ANTONIO GOñI/DIARIO DE NAVARRA

El desbloqueo del recrecimiento de Yesa ya solo depende del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Después de más de cinco años de sucesivos retrasos, la tramitación de la obra hidráulica más demandada por Aragón acaba de entrar en su recta final después de que el pasado 22 de junio el Consejo de Estado emitiera su dictamen preceptivo. Ahora únicamente falta que la ministra Rosa Aguilar someta el proyecto a la aprobación del Consejo de Ministros.


Fuentes próximas a Medio Ambiente creen que ese paso se dará «en las próximas semanas». Sin embargo, los antecedentes obligan a ser muy cautos. Todo apunta a que el recrecimiento de Yesa se va a desbloquear a corto plazo, pero el Ministerio sigue guardando absoluto silencio y nadie se atreve a poner fechas. «Lo más complicado era lo del Consejo de Estado y ya se ha superado, todo está en manos de Medio Ambiente», destacan las mismas fuentes.


Hay que recordar que en febrero de 2015 la ex ministra Cristina Narbona anunció en Ejea que Yesa estaría recrecido para la primavera de 2009. Sin embargo, no solo no ha sido así, sino que las decisiones que ha ido tomando el Ministerio y la complejidad de la tramitación han retrasado los plazos como mínimo hasta mediados de 2015.


Durante todo este tiempo, las obras no han llegado a pararse, pero sí se han ralentizado al encontrarse con un cuello de botella: como el proyecto para recrecer el embalse hasta la cota 511 aún no está aprobado y el que sigue vigente es el de la cota 521, solo se han podido acometer aquellos trabajos que no se ven afectados por la reducción de la altura de la presa.


La decisión de ampliar Yesa hasta una cota intermedia que no inundara Sigüés la adoptó la Comisión del Agua en septiembre de 2004. Unos meses después, a principios de 2005, la ex ministra Narbona asumió ese acuerdo y anunció que el modificado para adaptar el proyecto inicial a esos nuevos requerimientos estaría redactado a finales de ese año.


La CHE envió el documento a Madrid a mediados de 2006, pero Medio Ambiente lo tuvo bloqueado durante más de un año. Nada se supo de él hasta que en julio de 2007 el Ministerio anunció, por sorpresa, que había que redactar un nuevo modificado para resolver un problema de filtraciones en el estribo derecho de la nueva presa y que, además, se iba a repetir la declaración de impacto ambiental.


El equipo de Narbona aseguró entonces que ese contratiempo retrasaría la tramitación otro año más, pero la realidad es que han sido cuatro. El nuevo proyecto no salió a información pública hasta marzo de 2009, y la nueva declaración de impacto ambiental no se formuló hasta agosto de 2010.


Además, la impermeabilización de la ladera afectada por las filtraciones encareció el coste del recrecimiento más de un 20%, lo que hizo necesario someterlo al dictamen del Consejo de Obras Públicas y del Consejo de Estado.


El primero de esos órganos es de tipo técnico y se pronunció sobre el recrecimiento de Yesa en noviembre de 2010. Por su parte, el Consejo de Estado, máximo órgano asesor del Gobierno, emitió su informe jurídico el pasado 22 de junio y lo remitió a la ministra Aguilar dos días después.


Por desgracia para Aragón, el desbloqueo de Yesa llegará tarde, ya que la crisis va a tener el mismo efecto en el recrecimiento que los retrasos en la aprobación del proyecto. Hasta ahora, había dinero de sobra pero solo se podía invertir un millón de euros al mes -la tercera parte de lo disponible- porque las obras sufrían un cuello de botella. Paradójicamente, una vez que desaparezca ese obstáculo los trabajos tampoco van a poder lanzarse como podrían por falta de presupuesto -se seguirá gastando algo más de un millón de euros al mes-.


Cuando el proyecto de la cota media se apruebe definitivamente, aún faltarán cuatro años de obras, periodo al que hay que sumarle los contratiempos que surjan durante las obras y la fase de llenado del nuevo embalse. Eso significa que, con toda probabilidad, el recrecimiento no entrará en servicio antes de 2017.


Debería coincidir con Biscarrués


Por otra parte, el desbloqueo de Yesa debería coincidir con el de otra obra hidráulica emblemática: el embalse de Biscarrués de 35 hm3. Según fuentes próximas a Medio Ambiente, esa actuación también está a punto de desbloquearse.