Marina y Joana pasaban ayer con rapidez las perchas con ropa colgada en un establecimiento zaragozano regentado por chinos que se ha especializado en moda textil y complementos. "Van a terminar por hacerse los dueños del mundo", murmuraban. "No es solo porque tengan de todo en sus tiendas, sino porque parecen la fábrica del mundo. El otro día me compré unos zapatos carísimos en una 'boutique' y son made in China", aseguraban. Solo el tiempo dirá si los orientales llegarán a tanto como estas compradoras aventuraban, pero hay que reconocer que su expansión en negocios aragoneses no es nada desdeñable.

Hace unos años, triunfaron los 'todo a cien', bazares que abrían en días y a horas impensables y donde era posible encontrar desde una tartera hasta una bandera de la selección española. Después, sus compatriotas se hicieron con muchas cafeterías y, ahora, se han adentrado de lleno en el mundo textil y en el de los complementos.

En los últimos tiempos, ha abierto en Zaragoza una cadena especializada precisamente en ropa, cinturones, zapatos y accesorios. Las tiendas 'Gusta' cuentan ya con 4 establecimientos ubicados en algunas de las arterias principales de Zaragoza -Gran Vía, paseo de Sagasta, calle de Don Jaime y San José- y este invierno su dueño tiene previsto abrir otras dos. "Hay crisis y por eso, no podemos estar del todo contentos, pero sí que queremos abrir dos tiendas más en estos meses", aseguró el propietario, al que todos conocen como Joaquín. Zapatos a partir de 6 euros, bolsos a 13 o pantalones a 15 son otros de los reclamos de estas tiendas, que se mantienen en el mercado ofreciendo precios competitivos.

Los ciudadanos de esta nacionalidad siempre se han caracterizado por su discreción. Y de esta hicieron gala en otros grandes almacenes de la Margen Izquierda, donde se ha abierto un gran supermercado donde se pueden encontrar desde zapatos hasta disfraces. Encajado entre otro bazar chino y una cadena de alimentación ofrece una fotografía singular. "No venimos a comprar aquí a menudo, pero para según qué cosas compensa", aseguraba Jéssica, que miraba disfraces acompañada por su madre.