Cuando la promotora es el moroso de la comunidad

Solo están ocupadas la mitad de las casas de la urbanización y los vecinos han esperado ocho meses a que la empresa pague los recibos atrasados de la comunidad

Rebeca Folgueira y Alberto Martínez, en la urbanización de Cadrete donde residen.
Cuando la promotora es el moroso de la comunidad
Juan CArlos ARcos

Cuando llegaron a vivir los primeros vecinos, parecía una urbanización fantasma. Un año después, casi la mitad de las viviendas construidas junto al río Huerva y al nuevo colegio de Cadrete siguen vacías. Y esto ha generado algunos problemas para la comunidad de propietarios, que lleva ocho meses esperando a que la promotora pague los cerca de 8.000 euros que debe por los recibos de la comunidad. Los vecinos todavía no tienen notificación de que la empresa haya saldado sus deudas, aunque fuentes de la compañía indican que los pagos se han hecho efectivos recientemente.

 

Alberto Martínez es el presidente de la comunidad y asegura que, desde el principio, tuvieron problemas. "Firmamos sin que nos hubieran dado la cédula de habitabilidad, luego tuvimos que pagar unos 900 euros por darnos de alta del agua... Pasamos el primer mes, viviendo aquí y duchándonos en casa de nuestros padres", comenta su pareja, Rebeca Folgueira. Ahora, esta cantidad económica podrían recuperarla. Han ganado el juicio que ellos y otros afectados pusieron por este gasto, aunque ahora está recurrido.

 

Este verano, tuvieron problemas con la piscina y la comunidad tuvo que adelantar unos 4.000 euros para reparar los problemas del césped. "Tuvo que ser así para que pudiéramos echar la toalla", comenta Alberto.

 

Desde la promotora informaron ayer de que los pagos se han hecho efectivos recientemente, aunque todavía no se haya enviado el justificante a los vecinos. Argumentaron que el retraso se ha debido a la reestructuración que ha sufrido la empresa en los últimos meses y que ha supuesto una reorganización interna. Además, aseguraron no estar al tanto de las derramas derivadas del gasto del césped.

Los vecinos insisten también en que el problema de vivir en una zona poco habitada es la falta de seguridad que sienten. Según cuentan, en poco tiempo, en su garaje han robado una moto y un coche.

 

No obstante, también tiene otras ventajas, como el uso casi en exclusiva de algunos de los servicios de la urbanización, como la piscina. "La mayoría de las mañanas, esta parece una piscina particular", comenta Belén Pina, que suele utilizar las instalaciones junto a su hija Patricia, de 10 años. Belén asegura que cuando entraron a vivir no tuvieron los problemas de luz que han sufrido otros vecinos de Cadrete de nuevas áreas de expansión.

 

Ocurrió en la zona del parque lineal, a orillas del río Huerva. Este fue construido hace algo más de un año, pero se conserva en muy mal estado. El problema surgió porque los promotores de esa zona se comprometieron a ceder este espacio al municipio, pero el Ayuntamiento no podía actuar en él porque tampoco lo había recepcionado y, después, no podía aceptarlo en las malas condiciones en las que se encontraba. Este es un ejemplo, aunque no un caso aislado.

En otros municipios

Zuera Sur, uno de los barrios de expansión de la localidad zufariense, está al 20% de su capacidad. Las obras hacen además que la limpieza diaria sea más dura. Para el Ayuntamiento supone un coste elevado y siguen sin contar con esos 3.000 contribuyentes que podrían llenar la zona.

 

En Cuarte ocurre lo mismo en la zona ubicada entre el casco antiguo y el nuevo colegio. Hay todavía muchos terrenos sin construir y un gran número de las viviendas acabadas, aún no se han vendido. "No hay otra solución. El mantenimiento de las calles hay que hacerlo", dijo el alcalde, Jesús Pérez. Pese a las dificultades económicas, el primer edil asegura que hay que sacar adelante los proyectos. Ahora, trabajan en la piscina cubierta y la nueva guardería.

 

Para el alcalde de Utebo, Miguel Dalmau, los problemas de zonas urbanizadas sin construir no son importantes en la localidad, ya que esta ha crecido de forma ordenada. "El PGOU se ha desarrollado poco a poco y eso nos ha evitado problemas", asegura Dalmau.