La número dos del PP y presidenta del partido en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, protagonizó el reciente debate del estado de su Comunidad por haber servido un vino aragonés en su boda, celebrada la semana pasada. Hasta el presidente regional, José María Barreda, le llegó a reprochar públicamente que saliera a la tribuna a defender la viticultura y la promoción de los vinos de Castilla-La Mancha cuando había elegido un caldo aragonés para su enlace.

En el menú nupcial se incluyeron dos vinos españoles de prestigio, un blanco de uva gewurztraminer de Viñas del Vero (denominación de origen Somontano) y el tinto toledano Summa Varietalis.

La política popular no quiso entrar a debatir lo que calificó de "cotilleo", pero le recordó que le habían informado mal porque sí se sirvió vino manchego. Como los comentarios socialistas se mantuvieron durante el debate, una correligionaria de Cospedal recordó que en un acto organizado por la Consejería de Trabajo se brindó con un blanco de Cádiz y un tinto de Rioja.