Cordón permaneció secuestrado en una vivienda de los suburbios de Lyon

Publio Cordón permaneció secuestrado por los GRAPO en una casa de los suburbios de Lyon (Francia), posiblemente durante algo más de un mes, después de ser capturado en Zaragoza el 27 de junio de 1995. El lugar donde estuvo retenido, revelado ayer por Aragón Televisión, se encuentra a unos 243 kilómetros al norte del Mont Ventoux, donde el ex dirigente de la banda terrorista, Fernando Silva Sande, confesó que lo enterró con sus propias manos tras morir 'accidentalmente' al caer por una ventana en un intento de escapar.

Si esta versión de los hechos fuera cierta, Silva Sande, que ha mentido en muchas otras ocasiones, habría tenido que conducir durante más de dos horas con el cadáver del empresario aragonés en el vehículo, con lo peligroso que esto puede resultar para alguien que es buscado por la policía.

Esta es una de las revelaciones que han permitido dar crédito a las últimas manifestaciones de Silva Sande, quien por primera vez reconoció la muerte de Publio Cordón. Los investigadores del grupo de los GRAPO de la Guardia Civil, que se hicieron cargo del caso desde 1999, han comprobado la existencia de esta vivienda y han estado en ella. Su prioridad desde entonces es localizar los restos de Cordón en el coloso de la Provenza y así se lo transmitieron a su esposa, Pilar Muro, desde el principio de la investigación nada más reabrirse el caso.

La hija del empresario zaragozano, Carmen Cordón, está convencida de que cuando acudió junto a su marido a pagar el rescate a París, en los primeros días de agosto, su padre estaba ya muerto. La última carta del empresario a la familia llegó el 1 de agosto y el pago del dinero se produjo ocho días después en París. De ser así, estuvo cautivo en Lyon poco más de un mes, desde días después de ser secuestrado en el barrio de Casablanca, ya que, al parecer, primero fue conducido a Toulouse.

Después de siete días de minuciosa búsqueda en la ladera del Mont Ventoux, que comenzó el martes de la semana pasada, las labores de rastreo se suspendieron ayer temporalmente, tal y como ya adelantó este periódico.

No obstante, los investigadores siguen dando cierta credibilidad a las confesiones de Silva Sande y aunque hasta ahora no se ha encontrado nada definitivo, confían en obtener resultados.

En los últimos días el rastreo ha dado giro. Si hasta ahora las pesquisas sobre el terreno se habían centrado en tres parcelas muy acotadas, el martes la zona se amplió. Así, escudriñaron un lugar cercano a un grupo de viviendas unifamiliares, conocidas como el Chalet de Reynard. Este paraje se encuentra a alrededor de kilómetro y medio de distancia de la zona en la que se había excavado. El hecho de que las indagaciones se hayan derivado a una nueva zona lleva a pensar que aún no se ha llegado a ubicar con precisión el punto en el que Sande pudo enterrar a Cordón. Los agentes españoles y franceses contaron con el apoyo de siete perros especialmente adiestrados en encontrar a personas, vivas o muertas.

La incógnita ahora es si por fin la familia Cordón podrá poner fin a una angustiosa espera de más de 14 años.