TARAZONA Y MONCAYO

Un desprendimiento provoca el corte de la carretera comarcal de Tarazona

Un tramo de la vía CP-10, cerca de la rotonda de acceso a Los Fayos, fue abierto de forma provisional al tráfico tras caer sobre el asfalto 50 metros cúbicos de agua y tierra

El desprendimiento de parte de una ladera cerca de la rotonda que da acceso a Los Fayos provocó ayer el corte, durante varias horas, de la carretera comarcal de Tarazona y el Moncayo. Al parecer, la causa fue la obstrucción de una acequia de riego que cortó la circulación normal del agua, debido a un "descuido de los regantes", según la DPZ.


El suceso ocurrió pasadas las siete de la mañana. Un vecino de una localidad cercana dio aviso a la Guardia Civil, que informó de inmediato al 112 y desde ahí, a su vez, a la Diputación Provincial de Zaragoza, responsable de la carretera. Se trata de la vía CP-10, que une varias localidades de la comarca turiasonense y el Parque Natural del Moncayo. En concreto, el suceso se localizó pasado el municipio de Santa Cruz y a unos cien metros de la rotonda que da acceso al embalse de Los Fayos.


La gran cantidad de lodo que cayó sobre el asfalto -se calcula que fueron alrededor de 50 metros cúbicos (50.000 litros)- impidió el paso de vehículos, y la carretera estuvo cortada durante varias horas, hasta que consiguieron dejarla completamente despejada de material. "El autobús de escolares que circula por aquí normalmente no ha podido hoy completar su recorrido", dijo Fernando Lafuente, encargado de obras de la Diputación Provincial.


Esta institución contrató los servicios de una empresa turiasonense de máquinas y grúas que trasladó al punto del desastre una pala excavadora. Poco a poco se fue retirando el barro, aunque con gran dificultad, ya que era una cantidad tan importante que complicaba en ocasiones el avance del vehículo.


Los bomberos del parque turiasonense también acudieron para terminar de limpiar la vía, que pudo ser abierta al tráfico pasado el mediodía. La carretera estará operativa durante el fin de semana de forma provisional, y con señales para que los vehículos ralenticen la marcha. La semana que viene, la DPZ arreglará los desperfectos de la vía. "El lunes o el martes vendremos a reparar la carretera, porque el desprendimiento de tierra se ha llevado por delante las viondas con los indicadores y los postes", aclaró el técnico de DPZ.


Sin embargo, la institución provincial no se hará cargo del enorme hueco que ha quedado en el monte, y que habría que reforzar como medida de seguridad para evitar nuevos desprendimientos. "Del hueco que ha quedado se debe hacer cargo el sindicato de riegos, porque el suceso se ha producido un descuido de los regantes de la zona", aseguró Lafuente.


Desde un primer momento se pensó en filtraciones de agua por algún sitio, ya que hace varios días que no llueve en la zona. Al parecer, una acequia obstruida fue la causa de la balsa de agua que al no poder seguir su curso normal, bajó por la tierra provocando el desprendimiento.


Afortunadamente, en este caso todo quedó en un susto y no hubo que lamentar daños personales. Todo lo contrario de lo ocurrido hace casi un año, cuando una enorme roca de 120 toneladas se desprendió de la peña de la calle San Juan de Tarazona, lo que provocó la muerte de un hombre que quedó atrapado bajo los escombros. En esa ocasión, aunque hubo un avance progresivo y lento de la peña de San Niñer, las lluvias y el hielo aceleraron el desprendimiento de la roca.


Precisamente esta semana han terminado los trabajos para asegurar toda esa zona del casco urbano turiasonense, una tarea complicada y que se ha alargado más de lo previsto inicialmente. El Ayuntamiento ha realizado una inversión de 113.000 euros y las obras han seguido dos líneas de trabajo: por un lado, afianzar la peña y, por otro, evitar los pequeños desprendimientos.