COMUNIDAD DE CALATAYUD

Mara celebra los Idus de marzo y difunde su arqueología

Los vecinos recordaron ayer que desde el siglo II a. C. el año empieza en enero por el poder que tuvo el ahora yacimiento de Segeda.

Decenas de vecinos asistieron a la representación inspirada en los mitos celtibéricos
Mara celebra los Idus de marzo y difunde su arqueología
JESÚS MACIPE

Antes de que Roma declarase la guerra a Segeda, septiembre era el séptimo mes del año, octubre era el octavo, y noviembre y diciembre (como dan pistas sus nombres) eran el noveno y el décimo. Entonces el año empezaba en marzo, el día 15, cuando se elegían los cónsules. La relevancia política y económica que había alcanzado la ciudad de los celtíberos llamados belos hizo que esta celebración se adelantase a las calendas de enero, el día 1. Ayer en Mara, donde se localizó Segeda, vecinos y visitantes recordaron que en el año 154 a. C. los romanos declararon la guerra a los belos segedenses y por este motivo, en el 153 a. C., cambiaron el calendario.

 

Querían llegar a esta poderosa ciudad en verano y no en otoño, cuando la contienda se habría desarrollado en invierno, con condiciones más duras. 2.164 años después de aquellos acontecimientos históricos, el fin de semana más próximo al 15 de marzo, en Mara celebran la despedida del año.

 

En su octava edición, el sol acompañó a quienes se pasearon entre los puestos de artesanos. Y en talleres didácticos, los más pequeños conocieron cómo acuñaban monedas y hacían las vasijas de barro los segedenses.

 

El pasado verano se descubrió en el yacimiento arqueológico de Segeda una plataforma o santuario desde donde se pueden observar las distintas posiciones del Sol y la Luna que les servían de referencia para medir el tiempo.

 

Y este hallazgo centró uno de los actos de la tarde, puesto que tuvo lugar una representación histórica inspirada en los mitos celtibéricos relacionados con el astro rey. "Hoy sabemos que la Tierra gira alrededor del Sol, pero las sociedades antiguas veían que amanece, se pone en el ocaso, y al día siguiente vuelve a amanecer, preguntándose quién mueve ese astro y cómo se desplazaba al mismo sitio", señala Francisco Burillo, el director de la Fundación Segeda.

 

La explicación la encontraban en mitos y ritos que ayer tejieron una trama teatral, a la que le siguió la quema en la plaza de Mara de un gigante de cinco metros, con el que se simbolizó el cambio del calendario.

 

La fiesta terminó con una cena alrededor de la hoguera y un baile en el salón social. La celebración se enmarca en el programa 'Vive la Historia en Segeda' para divulgar el pasado de forma amena. Con ese fin, el 23 de agosto se conmemorará la fecha en la que se produjo el primer enfrentamiento entre el ejército romano y el que conformaron segedenses y numantinos. Para entonces, el Proyecto Segeda habrá avanzado: se quiere situar al yacimiento dentro del turismo cultural y en el centro de la ruta celtibérica. El objetivo es que quienes visiten Numancia lleguen a Bílbilis, Segeda y Arcóbriga, en la comarca de Calatayud.