COMARCA DE LOS MONEGROS

La creciente población de conejos arrasa los cultivos pese a las medidas de control

La DGA ha prolongado la temporada de caza hasta el 1 de abril para paliar la plaga, agravada por la pertinaz sequía y la ausencia actual de enfermedades mortíferas entre estos roedores.

La acuciante sequía y la ausencia de enfermedades altamente mortíferas y contagiosas, como la mixomatosis o parvovirosis, han provocado un aumento excesivo de las poblaciones de conejos autóctonos, que en algunas zonas puntuales de la Comunidad se han convertido en una plaga capaz de arrasar grandes superficies de cultivo. De hecho, el departamento de Medio Ambiente del Gobierno aragonés, tras la constatación de que existe "una población abundante" de esta especie animal, ha prolongado el periodo de caza hasta el próximo 1 de abril -dos meses más de lo habitual- en un total de 66 localidades de las provincias de Zaragoza y Huesca, además de la turolense de Vinaceite.


De este modo, son las sociedades de cazadores o los gestores de los cotos municipales los encargado de intentar regular el número de conejos a través de la incorporación y puesta en marcha de métodos de carácter excepcional como el hurón con red, el lazo, las cajas trampas o el cercón, que se usa en las zonas próximas a las infraestructuras viarias con el objetivo de evitar recurrir en estos espacios a armas de fuego.


Un ejemplo de esta medida se encuentra en las inmediaciones de la N-II, a la altura del término municipal de Bujaraloz, en el que se instalan cercados de este tipo que "acorralan al animal y permiten su captura de una forma efectiva", señala Sergio Tudela, miembro de la asociación de cazadores de la localidad. A través de este sistema y ante la demanda de los propios agricultores, se trata de "reducir la población y minimizar los daños en los cultivos", aunque las consecuencias son evidentes en campos de trigo y cebada a los que acuden los conejos "ante la falta de alimento en cunetas y montes", explica. En concreto, una coneja en gestación consume una media de unos 150 gramos de materia seca al día, por lo que la presencia de cuatro o cinco ejemplares en un campo de secano se traduce en "la desaparición de alrededor de 1.000 metros cuadrados de cultivo diarios", apunta Francisco Escuer, cazador y vecino de Castejón de Monegros, otra de las localidades más afectadas de la comarca monegrina junto a Valfarta, Peñalba o La Almolda. En su opinión, en algunos de estos municipios existe "una verdadera plaga", que está causando "importantes" daños en los cereales de invierno y en las zonas de arbolado. "Se comen las plantas cultivadas y roen los árboles hasta matarlos", señala.


Del mismo modo, Escuer recuerda que no se trata de una situación aislada y que la sociedad de cazadores lleva "alrededor de dos años intentando atajar este problema". Por el contrario, se da la circunstancia de que dentro de la misma comarca, aunque en zonas más al norte, existen localidades, como Poleñino, Lalueza, Robres, Grañén o Almuniente, en las que las poblaciones de conejos son muy escasas, al haber sido incapaces de recuperarse tras la entrada hace varios años de la parvovirosis, que aniquiló entonces a centenares de ejemplares.


Medio Ambiente recuerda que la puesta en marcha de las medidas reguladoras tiene como objetivo mejorar la gestión de los recursos cinegéticos de las diferentes zonas y que la inclusión de nuevas localidades en la lista de municipios afectados está abierta. Actualmente, entre las zonas más afectadas se encuentran las comarcas del Bajo Cinca, Cinca Medio, Valdejalón o ciudades como Zaragoza.