El nuevo aulario de educación especial de Calatayud se acabará en septiembre

Este edificio junto al colegio Augusta Bílbilis es la actuación más importante en los centros públicos bilbilitanos. En el Salvador Minguijón se construye un comedor en la planta baja.

Dos colegios bilbilitanos están en obras durante este verano y empezaran el próximo curso escolar con nuevos espacios o con la redistribución de los ya existentes.


El 2 de julio, con un presupuesto de 660.000 euros, se iniciaba la construcción de un aulario exento de educación especial en el patio de recreo del Colegio Público Augusta Bílbilis. El edificio ha sido una demanda constante y permitirá la redistribución de un centro que continúa creciendo hasta cerrar la triple vía.


"El aulario estará dotado con tres aulas específicas para educación especial. Son más grandes que las generales, con servicios que otras no tienen, y para una ratio menor, porque hay niños que van con sillas de ruedas o tienen necesidades motoras importantes", explica Ana Isabel Ayala, directora provincial de Educación.


Tendrá sala de psicomotricidad y de fisioterapia, despachos, servicios adaptados y todos los espacios en una sola planta para facilitar la movilidad.


En septiembre, según la responsable provincial de Educación, "estará disponible, tienen que darle buen ritmo y estaremos muy encima para que la obra se realice en el tiempo necesario", aseguró. Entonces se le podrá dar otro uso a las clases que quedan libres en el edificio principal del Augusta Bílbilis. "Vamos a tener más aulas, que es lo que se necesitaba -manifestó Ayala- porque es un centro al que le quedan un par de unidades para alcanzar la triple vía".


También se ganarán tiempos de uso en la sala de psicomotricidad del centro, al disponer de otra específica para educación especial. A pesar de algunos problemas que se plantearon en un principio, el nuevo equipamiento educativo se está construyendo en el lateral derecho del recreo, junto al invernadero, tal y como querían los padres y el equipo directivo de colegio.


Desde su construcción, el colegio Augusta Bilbilis funciona con un sistema propio de fosa séptica, aunque el proyecto técnico del nuevo aulario se redactó pensando que estaba conectado a la red de la ciudad. La construcción del aulario en un extremo encarecía la obra por la conexión a la red urbana general, pero en febrero, después de que los padres paralizasen unos trabajos previos que se empezaron a hacer en mitad del recreo, se buscó otra solución. El ayuntamiento finalmente ha asumido el coste que tenía prolongar la red de saneamiento unos 100 metros más.


Más cambios

Por otra parte, se están acometiendo pequeños trabajos de redistribución de espacios en el colegio Salvador Mingüijón. La obra principal afecta al comedor, que pasará a la planta baja.


"Este servicio se estaba dando en planta alta y se utilizaba una zona de usos comunes, con lo cual siempre se comprometía un servicio u otro para el centro", indica la directora provincial de educación. En su nueva ubicación (aprovechando dos espacios que había en planta baja) el comedor será algo más amplio y contará además con zona de cocina y de servicio.


La inversión en este colegio alcanza los 80.000 euros y "el centro recupera para uso común un espacio importante que tenía en primera planta", señala Ana Isabel Ayala. En el colegio Salvador Minguijón, un centro de una sola vía, se estrenaba el curso pasado un aulario con tres clases para alumnos de educación infantil. Cuenta también con sala de psicomotricidad, con varios despachos para los docentes, y supuso una inversión del Departamento de Educación de 500.000 euros.