COMARCA DE ANDORRA-SIERRA DE ARCOS

Crivillén tendrá escuela y bar gracias a la llegada de una familia ecuatoriana

El matrimonio asumirá la gestión de la tienda multiservicio. La presencia de su hijo, junto a la de otro niño, dará continuidad al colegio, cuya apertura estaba este curso en el aire.

Una familia ecuatoriana acaba de instalarse en la localidad de Crivillén para regentar el nuevo multiservicio de la localidad. La llegada de estos inmigrantes permite que este municipio de apenas 130 habitantes tenga un nuevo servicio que mejorará la calidad de vida de sus vecinos. Gilber Galeas, de 39 años, e Irene Entza, de 32, tienen un hijo de nueve años que garantizará junto a la llegada de otro niño que la escuela permanezca abierta.


Este matrimonio llevaba varios años viviendo en Madrid hasta que llegó su hijo Raúl desde Ecuador, hace apenas tres meses. En ese momento, la mujer entró en contacto con el Consorcio de Entidades para la Acción Integral con Inmigrantes, Cepaim, para realizar unos cursos y les abrieron las puertas para trasladar su domicilio . "Hice con ellos cursos de autoestima y búsqueda de empleo, y me comentaron que había una oferta para venir a este pueblo", comentó. Añadió que "nos gustaron las facilidades que nos dio el Ayuntamiento, y además, hace un mes vinimos a ver el pueblo y nos encantó, sobre todo por su tranquilidad",


Gilber e Irene abrirán las puertas del multiservicio en los próximos días. Esta nueva instalación en el medio rural cuenta con un bar y una tienda para mejorar la calidad de vida del municipio.


Tres familias optaron a ocupar el nuevo multiservicio rural de Crivillén, según aseguró la coordinadora nacional del programa de intervención con unidades familiares de Cepaim, Gema Miñarro. El citado organismo es el encargado de seleccionar directamente las familias que participan en ese tipo de proyectos.


La coordinadora nacional del programa también explicó que "fue el propio municipio de Crivillén el que había solicitado la llegada de menores, y por eso iniciamos los trámites para acercar hasta la localidad a una familia".


Miñarro indicó que durante las cinco sesiones en las que tienen que participar las familias que opten a ser seleccionadas, "se les informa de lo que significa venir a un medio rural de estas características y las causas de su despoblación, para que sepan lo que se van a encontrar". Asimismo, concretó que "una de las familias fue descartada, ya que no tenía hijos, y la otra renunció a venir a la provincia".


El programa de intervención con unidades familiares pertenece a un proyecto de integración de familias inmigrantes en zonas rurales despobladas, que está financiado por el Ministerio de Trabajo e Inmigración y cofinanciado por el Fondo Social Europeo (FSE), mediante un convenio firmado con el Cepaim.


El colegio seguirá abierto


La llegada del niño Raúl, de 9 años, iba a permitir, en un principio, que la escuela de la localidad siguiera funcionando durante el próximo curso, ya que la normativa contempla que los centros deben contar con un mínimo de cuatro alumnos, posibilidad que no estaba garantizada en el centro de Crivillén en el siguiente curso académico.


La inminente marcha de uno de los cuatro niños que cursaron sus estudios en la escuela de Crivillén durante el último año, por concluir los estudios de Primaria, dejaba en el aire la continuidad del centro.


Sin embargo, el jefe del servicio provincial de Educación, Jesús Rodríguez, confirmó a este periódico que el funcionamiento del colegio de cara al próximo curso escolar está garantizado porque esperaba la llegada de algún alumno más.


En este sentido, la alcaldesa María Josefa Lecina, confirmó que "con la llegada de este niño y de otra más, ya hay gente suficiente".