CHE actúa en el aliviadero de Mularroya en Ricla

El azud y el túnel de derivación todavía no se han iniciado.

Las obras continúan en el cuerpo de presa y en la torre de toma.
Las obras continúan en el cuerpo de presa y en la torre de toma.
MACIPE

Los trabajos para poner en marcha el embalse de Mularroya y su sistema de llenado siguen avanzando de forma paulatina y no sin contratiempos. En este caso, el pasado 22 de junio se firmó el acta de inicio de unas obras de emergencia en el talud izquierdo del aliviadero que se localiza en el término municipal de Ricla.

Según reconoce Confederación Hidrográfica del Ebro a HERALDO, las lluvias caídas durante la pasada primavera "han producido importantes desprendimientos que impedían la continuación de las obras".

Así, se ha intervenido para estabilizar esta parte realizando en primer lugar "una excavación en los taludes para hacerlos más suaves", y que ha movilizado unos 17.000 metros cúbicos de materiales. Se busca "sostener de forma local mediante bulones y malla posibles inestabilidades que no se hayan solucionado con la excavación, además de algún posible refuerzo con hormigón", explican desde la CHE. Para todo ello, el importe de adjudicación de los trabajos era de más de 1,1 millones y un plazo de seis meses.

A fecha 31 de agosto, de los 154,7 millones del presupuesto total, se habían certificado trabajos por casi 94 millones, un 60,65%. Hasta ahora, además de los trabajos en el aliviadero, la galería de desvío y el desagüe de fondo, lo más visible es el levantamiento del cuerpo de presa y la torre de toma. En el caso de la primera, alcanza los 80,3 metros de altura –unos dos más que en junio– y según reconoce la CHE, hasta alcanzar los 82,56 habrá que esperar a finales de noviembre. En cuanto a la torre, falta el equipamiento y se está fabricando la pasarela que irá desde el cuerpo de presa hasta esta atalaya. Otros trabajos terminados son el viaducto y la capa de aglomerado en la variante de la N-II y la de la A-2302.

Por su parte, las obras que todavía no han comenzado, según explica la CHE a este periódico, son el azud de derivación y el túnel de derivación que desde el Jalón, a la altura de Embid de la Ribera, llevará el agua hasta el vaso de Mularroya.

En el caso del azud, sí que han comenzado las gestiones previas para empezar a realizarlo. Las obras del proyecto, que arrancaron en 2008, paralizadas por declararse ilegal su estudio de impacto ambiental y retomadas con uno nuevo en 2016, tienen un plazo estimado que va hasta noviembre de 2021. Según los cálculos del proyecto, Mularroya puede abastecer unas 26.340 hectáreas del Bajo Jalón.

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