Alrededor de 2.000 hectáreas de frutales han resultado dañadas por la tormenta de granizo registrada el pasado viernes en el municipio de Fraga. Las fincas más afectadas están situadas en las proximidades del casco urbano, donde el agua y la piedra anegaron calles, garajes y edificios. En total, las precipitaciones dejaron 43 litros por metro cuadrado.

La piedra, que alcanzó el tamaño de una canica, ha dejado muy tocadas varias explotaciones dedicadas al melocotón o la nectarina, donde hay daños del 20 al 80%. También hay afecciones en zonas de huerta o frutos secos.

José Galicia, de Fraga, ha sufrido importantes pérdidas. De hecho, la piedra, del tamaño de una canica, ha tirado al suelo una parte importante de su producción. El resto de la fruta presenta varios golpes y por lo tanto, acabará pudriéndose con rapidez. Ante esta situación, el productor considera que la mejor opción es tirarla al suelo y triturar, una vez que sea inspeccionada por los peritos del seguro, ya que los bajos precios registrados ni siquiera hacen que sea rentable recogerla para zumo.

Durante el pasado mes de abril, ya sufrió los efectos de una granizada similar. En ese momento, el fruto era pequeño y cicatrizó. Ahora, en este punto de maduración, «resulta imposible salvarlo», indicó Galicia, con afecciones en unas diez hectáreas.

Dentro del casco urbano, las consecuencias de la tormenta también fueron importantes. De hecho, el granizo tiró al suelo muchas hojas, que, junto a la propia piedra, colapsaron gran parte de los sumideros, incapaces de recoger toda el agua de lluvia, que acabó anegando varias calles e inundando algunos bajos, entre ellos, varios garajes de la zona de Trashondos. El agua también se coló en el salón de actos del Hogar de Personas Mayores y además, inundó la zona de aparcamientos del Sotet, donde el agua alcanzó unos 60 centímetros de altura. También cayó un chopo en el camino de la Noria.

El Ayuntamiento de Fraga tuvo que activar un operativo de 18 personas entre brigadas municipales, Policía Local y Bomberos. Durante la jornada de este sábado, algunos de ellos han seguido trabajando en la limpieza de calles, plazas y sumideros.

De momento, Fraga es el último en sumarse a la larga lista de municipios aragoneses que este verano han resultado afectados por las tormentas. Tan solo en los últimos quince días, se han producido dos graves episodios de agua, piedra y viento en la provincia de Huesca. El primero alcanzó a los municipios de Ballobar, Belver y Osso de Cinca y el segundo, a varias poblaciones de Los Monegros.