Carlos García es el nuevo presidente de la Hermandad del Primer Viernes de Mayo. La Asamblea general de dicha hermandad, celebrada el jueves por la tarde ratificó la única candidatura presentada y que sustituirá a la Junta Directiva presidida desde hace 16 años por Francisco Arbués. Le acompañarán en esta nueva andadura Clara Isabel Pueyo Grafiella (vicepresidenta), Sheila Cantón (secretaria) y Silvia Artero Navarro (tesorera).

Según ha explicado el nuevo presidente lo primero será "aterrizar y hacernos con todo". Pero eso será una vez que pase la fiesta del Primer Viernes de Mayo, que se celebrará el próximo 4 de mayo, ya que la Junta saliente es la que tiene que estar al frente de este día al haber organizado todos los actos. Posteriormente y una vez que se produzca el traspaso de papeles, la primera idea de García es domiciliar los recibos de las cuotas de los socios, "porque en pleno siglo XXI no se puede ir casa por casa cobrando".

Y lo segundo potenciar las escuadras y la mañana del día de la fiesta, "pero sin crecer, porque ya hay mucha gente que sale en el desfile". El objetivo principal es "mejorar las cosas que se han quedado por hacer", como comprar 60 armas nuevas, porque las que hay "tienen más de 30 años", también las del cortejo histórico o en trajes. Sin perjuicio de que se sigan celebrando actividades culturales y deportivas en torno a esta fiesta jaquesa, en la que se conmemora la victoria de las tropas del Conde Aznar sobre las tropas moras. También se valorará qué se hace con el Mercado Medieval, si sigue como hasta ahora o se celebra en años alternos.

Carlos García recibió el año pasado la Laureada de honor, por llevar 40 años saliendo en el desfile y este año cumple 30 años como capitán de los artesanos. Afronta esta nueva etapa con ilusión y reconoce que su idea, es seguir saliendo en el desfile como capitán de los artesanos, a pesar de ser a partir de ahora el nuevo presidente de la Hermandad.

La fiesta del Primer Viernes de Mayo

Respecto a la fiesta, para la que quedan muy pocos días, cabe recordar que se conmemora la batalla entre las huestes del Conde Aznar y los invasores. Un ejército musulmán de unos 90.000 hombres trató de invadir Jaca, y un pequeño ejército improvisado de apenas 1.000 jacetanos combatieron por su tierra. La desventaja numérica no amedrentó a los habitantes de Jaca, que acudieron con arrojo a la batalla.

También fueron las mujeres, a socorrer a sus maridos, armadas con utensilios de cocina y otros objetos domésticos, que proyectando el reflejo del sol, hicieron creer a los musulmanes que un gran ejército les aguardaba para derrotarlos y huyeron presa del pánico. Todo ocurrió bajo el mando del conde Aznar Galíndez, un noble visigodo que gobernaba los valles de Canfranc y Hecho. El próximo 4 de mayo, se volverá a conmemorar esta victoria en lo que se considera la fiesta por excelencia de Jaca. Por la mañana se celebran dos desfiles, el principal a las 12.00 y culmina con el canto del himno del Primer Viernes de Mayo, con miles de personas en la calle Mayor de la ciudad.