La Comarca apuesta por el vivero del Instituto de Tarazona

Acaba de invertir 3.000 euros en trece mesas de cultivo para facilitar la labor de los estudiantes.

El vivero se ubica en uno de los patios traseros del instituto
La Comarca apuesta por el vivero del Instituto de Tarazona
N.B.

La Consejería de Juventud de la Comarca de Tarazona y el Moncayo acaba de invertir 3.000 euros en adquirir trece mesas de cultivo para continuar desarrollando el vivero del instituto Tubalcaín de Tarazona y en el que está muy implicada la institución comarcal.

“Venimos trabajando con el instituto desde el año 2008, haciendo bastantes cosas. Este año ha sido el colofón al proyecto del vivero, con estas mesas de acero inoxidable para que los chicos puedan dar las clases bien. También adquirimos las bandejas de silicona, o plantero al principio, porque después lo cultivaron ya ellos”, recuerda el consejero comarcal de Juventud, Asier Salomón.

Las mesas suponen un progreso para los alumnos que participan en este proyecto del vivero. “Es una mejora para la distribución, porque antes estaba todo en el suelo y era más laborioso. Alguna también la hemos destinado al proyecto del huerto”, indica el profesor de Orientación, Rafael Esteban.

Con el vivero se cumple un doble objetivo: cuidar el medio ambiente y enseñar a los alumnos cuestiones relacionadas con las ciencias naturales de una forma lúdica que consigue que se involucren más en la materia.  Se encargan de él sobre todo de alumnos de PEMAR, un programa de Mejora. “Son alumnos a los que les cuesta un poco más y de esta forma participan en una actividad medioambiental de una manera atractiva para ellos, comprobando además que pueden colaborar en la lucha por el cuidado del medio ambiente”, señala el docente.

No es un proyecto nuevo, llevan años preparando plantero que luego llevan a las zonas más despobladas del territorio. “Hacemos de todo: recoger las bellotas, germinarlas y una vez que brotan, preparamos el plantero para el año siguiente. La plantación es el último paso, pero la participación ya es voluntaria, porque se realiza en fin de semana, aunque se valora la asistencia de los alumnos”, cuenta Esteban.

La iniciativa surgió tras comprobar el mal estado del territorio cercano. “Queremos repoblar y conseguir que los montes que se están quedando secos, tengan una posibilidad aunque sea con un crecimiento lento. Se escogen especies autóctonas, que están acomodadas al terreno como son encinas y coscojas”, detalla el profesor.

Este 2018, del vivero del instituto saldrán unos quinientos cepellones, una cifra algo inferior a otros años por culpa de la sequía. Todos se plantarán en la próxima edición del Día del Árbol, una cita que esté ya muy cercana. Este proyecto cuenta con la colaboración e implicación de otras entidades y colectivos, como los Ayuntamientos de Grisel y Tarazona, y la asociación cultural La Diezma, además del instituto y la propia Comarca.

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