El lobo que mantuvo en vela a los ganaderos de la comarca de Los Monegros durante el verano podría haber vuelto a actuar. Desde la DGA no confirman que pueda atribuirse a ese animal el ataque que sufrió una explotación ganadera de Leciñena el lunes por la noche. En esta ocasión, el depredador mató a dos borregos y lo hizo a tan solo 100 metros de las casas del pueblo, según relató el ganadero afectado, Carlos Seral, que está seguro de que fue un lobo y cuya explotación ya ha sufrido tres ataques.

"He tenido que cambiar la forma de cuidar a los animales", relató Seral, y a pesar de ello, sus ovejas no se han librado de ser devoradas. El afectado afirma "estar harto" de esta situación, ya que le está suponiendo "pérdidas económicas muy grandes". En su caso, durante este año ha perdido seis animales en tres ataques. Las medidas que ha tomado estos meses parecen insuficientes para controlar al depredador. "He adiestrado a dos mastines, he colocado mallas de 1,70 metros, ya no dejo a los animales solos y encierro a parte del rebaño en corrales por la noche", explicó Seral.

Futuras indemnizaciones

Por su parte, la DGA no tiene la certeza de que sea "un ataque de lobo". Según señalaron fuentes del Gobierno, hace cinco meses que las cámaras de vigilancia que se encuentran en la zona "no detectan la presencia de lobos" y se respaldan en que "los excrementos que se analizan periódicamente –como parte del seguimiento– lo confirman".

No obstante, el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de la DGA publicará próximamente la orden para pagar las indemnizaciones a los ganaderos afectados. En ella se reflejará el presupuesto para subvencionar las medidas que han tomado las explotaciones tras los ataques de lobo u oso como los vallados, los pastores eléctricos o la adquisición de perros de raza mastín, entre otras. "Todas estas inversiones y gastos podrán ser subvencionables al 100%, hasta un máximo de 6.000 euros por explotación y año", detallaron desde la DGA. Esto se aplicará en las zonas donde haya sido acreditada la presencia de oso durante los últimos cinco años o la presencia del lobo el último año.