Decenas de miles de grullas llegan estos días a la Laguna de Gallocanta para establecer en tierras del sur de Europa su refugio de invierno. Se trata de una de las migraciones anuales que estas aves realizan, en busca de zonas en las que hibernar.

Para recibirlas, la Asociación de Amigos de Gallocanta organiza, un año más, una fiesta de bienvenida. Será el próximo sábado, 5 de noviembre, desde el amanecer. Esta es una de las principales actividades que la entidad propone anualmente. Su objetivo, como el del resto de iniciativas, es potenciar los valores de conservación de la grulla común y del territorio donde habita.

Los asistentes a la fiesta de bienvenida serán citados muy temprano, a las siete de la mañana. Tendrán que madrugar tanto como las grullas, ya que las verán salir desde sus dormideros. Después, en la sala de las Avutardas de la reserva natural, se ofrecerá la pertinente explicación sobre la migración de estas aves y sus hábitos.

Más tarde, a partir de las 9.30, habrá paseos a pie o en bicicleta por la laguna, para seguir contemplando las grullas. A las once de la mañana comenzará la parte más práctica de la jornada, con una serie de talleres destinados a todo el público, en particular, a niños y familias. En una de las sesiones se aprenderá a confeccionar artesanalmente los tirantes para llevar los prismáticos sin riesgo de caídas. Será en el Albergue Allucant, en la misma localidad de Gallocanta.

Aprovechando la celebración, se inaugurará la exposición fotográfica ‘Reflejos en la Laguna’, de Esther Charles. Después de comer, habrá un café tertulia en el que se hablará sobre la situación actual y el porvenir de la Laguna del Cañizar, situada entre las localidades turolenses de Villarquemado y Cella.

Será alrededor de las 17.30 cuando la jornada toque a su fin. Y lo hará como comenzó. El grupo contemplará cómo las grullas regresan a sus dormideros tras una de las primeras jornadas en su residencia de invierno.