Borraz: "Desviar fondos de maltratadas es indignante, pero no valoro nada más"

El mutismo y la excesiva cautela no solo se han extendido en las filas socialistas y aragonesistas sino que han llegado también a los responsables de los organismos públicos que tienen como fin combatir la violencia de género. Ninguno se manifiesta abiertamente y con rotundidad sobre la gestión del presidente de Asael (Asociación Aragonesa de Entidades Locales), Jesús Solá (PAR), quien pagó a su chófer con fondos europeos de una sociedad para mujeres maltratadas que él mismo preside, Red Liedra. Y las declaraciones de sus dirigentes no van más allá de lo políticamente correcto.

La directora del Instituto Aragonés de la Mujer, Rosa Borraz, no fue menos y siguió las directrices de su partido, el PSOE, en su estrategia de no agresión al socio de gobierno en la DGA, el PAR. "Si ha desviado fondos para mujeres maltratadas, me parece indignante", denunció. Pero no quiso valorar nada más ni entrar a pedir responsabilidades políticas. Tampoco lo hizo la concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Zaragoza, la socialista Isabel López, de la que depende la Casa de la Mujer.

No en vano, el sábado el portavoz parlamentario de las Cortes, Jesús Miguel Franco, ya dejó claro que esto es "una cuestión de partido" y que los socialistas no opinaban sobre este asunto ni sobre el pago a alcaldes, concejales y técnicos del PAR a través de un convenio con el Gobierno de Aragón, en concreto, con el Instituto Aragonés del Agua.

Tampoco ningún alto cargo del PAR ha querido hacer declaraciones públicas sobre esta polémica ni explicar las medidas que se adoptarán, pese a que son muchas las voces dentro del partido las que piden una respuesta contundente y que se depuren todas las responsabilidades de este caso.

Este periódico intentó ponerse ayer de nuevo en contacto con el ex asesor de Medio Ambiente, Jesús Solá, para que diera su versión de los hechos y respondiera a la petición de dimisión de los dos vicepresidentes de Asael, pero no obtuvo respuesta.

La Red Liedra, constituida a finales de 2006, está formada por

municipios y otras entidades locales de toda Europa y tiene como primer objetivo "la erradicación de la violencia contra la mujer y la igualdad de oportunidades".