Y el temor se confirmó. El ministro de Fomento, José Blanco, situó ayer ante el Parlamento Europeo el corredor Mediterráneo como la principal prioridad de la presidencia española en lo que se refiere a las redes transeuropeas. "Desde el primer minuto que entré en esta sala lo he planteado como un objetivo de país", llegó a alardear el ministro, ante una pregunta del eurodiputado de CiU, Ramón Tremosa, durante su comparecencia en la comisión de Transportes de la Eurocámara.

Y mientras su apuesta por impulsar un gran corredor de mercancías que vaya por Andalucía, Murcia, Valencia y Cataluña hasta Francia aparecía en cada una de sus intervenciones en la comisión de Transportes de la Eurocámara, Blanco ni siquiera supo citar por su nombre al proyecto que defiende Aragón, la Travesía Central del Pirineo, que denominó "enlace transpirenaico de gran capacidad". Es decir, ya ni siquiera queda claro si el Ministerio apuesta porque ese enlace vaya por el centro del Pirineo, como exige Aragón, o por enclaves más cercanos a Navarra, por ejemplo.

Solo la intervención de la eurodiputada del PSOE aragonés, Inés Ayala, que pidió la palabra para preguntar expresamente por el proyecto aragonés, llevó a Blanco a referirse a ese "enlace transpirenaico", aunque sin asumir ningún compromiso.

Durante la comisión, los eurodiputados españoles -a excepción de Ayala y de la vasca Izaskun Bilbao- no ayudaron tampoco a que hubiese una visión de España más allá de las comunidades del Mediterráneo. Por ejemplo, el portavoz del PP, Luis de Grandes, dejó claro "nuestro apoyo total para su apuesta por el corredor Mediterráneo". Sin embargo, no tuvo el gesto de incorporar en su discurso los otros proyectos transfronterizos en los que están embarcados España y Francia, ya sea la TCP o la Y vasca.

Tampoco ayudó la ex ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que en su intervención obvió totalmente las redes transeuropeas y se limitó a hacer una mínima referencia a la seguridad aérea. En cuanto a CiU, el eurodiputado Ramón Tremosa cumplió con lo previsto y pidió "el corredor Mediterráneo desde Algeciras".

De esta manera, la inquietud aragonesa apareció por unos segundos en forma de alusiones en la tercera y última intervención de Blanco, en la que contestó, entre otros, a la zaragozana Ayala y a Izaskun Bilbao. "Respecto a las conexiones con Francia que me plantean dos diputados, Francia tiene comprometidas actuaciones muy relevantes en varios proyectos prioritarios", alcanzó a decir el ministro. Blanco hizo referencia a los proyectos 3 y 16 de las redes transeuropeas, que se refieren respectivamente a la llamada "Y vasca" y a la línea "Sines, Algeciras, Madrid, París, de la que forma parte el nuevo enlace transpirenaico de gran capacidad". Según aseguró Blanco, "estamos trabajando coordinadamente con Francia, con quien renovamos regularmente nuestros compromisos en las diferentes conexiones y con quien trabajamos estrechamente para avanzar lo más rápidamente posible en cada una de ellas".

El problema que tiene el Gobierno central con el proyecto aragonés es que no ha conseguido arrancar a Francia ningún compromiso mínimo que permita que el proyecto avance. De esta manera, será complicado que la presidencia española pueda empujar este proyecto a no ser que España se lo plantee a Francia y al resto de la UE como una cuestión clave, lo que hasta ahora no ha ocurrido. La Y vasca, aunque en mejor situación, también sufre un contexto parecido. No ocurre así con el corredor Mediterráneo, sobre el que el Gobierno español está ejerciendo toda la presión para que sea declarado prioridad europea.