Biel insta a los agentes sociales a seguir el ejemplo catalán y reclamar la reserva hídrica

En positivo. El vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, prefirió lanzar ayer un mensaje positivo ante la reclamación de varios agentes económicos y sociales catalanes, el llamado Grupo del Agua, de que Cataluña asuma la gestión del Ebro a su paso por su Comunidad y de interconectar las redes hidráulicas.

"A mí también me gustaría que en Aragón los agentes sociales y económicos pidieran la gestión de los 6.550 hectómetros cúbicos" de la reserva hídrica que recoge el Estatuto de autonomía. Biel destacó respecto a la propuesta catalana que "hay que estar a la defensiva, pero la solución está en la reserva hídrica", que a su juicio es absolutamente "compatible" con la unidad de cuenca que determina la ley.

Biel garantizó que la DGA reaccionará si se abre la puerta al trasvase. "Si la ruptura de la unidad de cuenca lleva implícito eso -añadió- estaremos en contra", pero reiteró que con la reserva de agua de 6.550 hm3 para Aragón, "la amenaza del trasvase se habría acabado".

"Defendemos una posición muy positiva", dijo el vicepresidente. Según él, esta medida acabaría con un problema que ha convulsionado durante años a varias Autonomías. "Ni valencianos, ni murcianos, ni fórmulas directas ni indirectas", señaló. "Se daría por resuelto el trasvase en los próximos años. Esa opción la tenemos que defender todos", concluyó Biel. En esta misma línea se expresó el portavoz del PAR, Javier Allué, que apostó por asumir competencias en materia de agua para acabar con la amenaza del trasvase.

El PSOE también quiso dejar clara su oposición "a cualquier trasvase del Ebro" tanto por parte de los agentes sociales y empresariales catalanes como por el PP de Murcia. Los socialistas reservaron sus críticas más duras para el presidente murciano, Ramón Luis Válcarcel (PP), por recuperar el trasvase del Ebro aprovechando la renovación de su candidatura para las próximas elecciones autonómicas. Apenas hubo críticas a los agentes económicos catalanes.

Por su parte, la oposición coincidió en el rechazo frontal al trasvase. Pero en los matices discreparon. El portavoz del PP, Eloy Suárez, dijo no haberse sorprendido de las propuestas del Grupo del Agua catalán tras el "intento por recuperar el trasvase hace poco". Por eso, exigió al presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, y al de la DGA, el también socialista Marcelino Iglesias, que aclaren su posición. Además, manifestó su preocupación por el desarrollo de la normativa catalana "encaminada a lo que se está anunciando" en este grupo. "La DGA no ha querido recurrir dos decretos que invaden competencias autonómicas y estatales", denunció Suárez. "Y cuando se deja avanzar a Cataluña, llegamos al escenario actual", dijo.

La presidenta de CHA, Nieves Ibeas, advirtió de que la DGA "dejó en una situación de precariedad a Aragón al tragarse el trasvase a Barcelona" y que "el debate no está concluido". Además, Ibeas también alertó de que "la amenaza del trasvase está siempre porque tanto el PP como el PSOE si tienen mayoría y presiones, trasvasarán". Lamentó que "no haya un Estatuto que blinde Aragón contra el trasvase" y defendió la unidad de cuenca como "un principio inamovible e innegociable".

Por su parte, el portavoz de IU, Adolfo Barrena, también insistió en el principio de unidad de cuenca y criticó la idea de Biel de gestionar la reserva hídrica. "Una cosa es garantizar el abastecimiento y otra gestionar por trozos como también plantea Cataluña", criticó Barrena. Por eso, apostó por que la revisión de la cuenca se haga desde la participación de todas las Comunidades Autónomas. Respecto a la propuesta de interconexión de redes, Barrena recordó a Cataluña que antes "debe tener en cuenta el principio de eficacia, el ahorro, la sanción de consumos abusivos...".