PLENO EN EL AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

Belloch sufre en minoría (pero poco)

De izquierda a derecha, los socialistas Carmen Dueso, Fernando Gimeno, Juan Alberto Belloch y Carlos Pérez, y el aragonesista, Manuel Blasco.
Belloch sufre en minoría (pero poco)
APHOTO AGENCY/TONI GALÁN

Solo 24 horas después de que el Congreso de los Diputados convalidara in extremis el plan de ajuste de Zapatero, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se enfrentó ayer a su pleno menos deseado. Con la oposición envalentonada y en mayoría, se sabía derrotado de antemano. Y así fue: el pleno reafirmó su rechazo la navegabilidad del Ebro y a Expo Paisajes, dos de las piedras angulares de la política de grandes proyectos de Belloch, y acorraló al PSOE, al que ni siquiera apoyó su socio de gobierno, a la hora de rechazar el decreto antidéficit de Zapatero. Pero el alcalde no perdió la sonrisa.

Pese a naufragar en 4 de las 13 mociones que se debatieron ayer, Belloch se mostró más ufano y locuaz que en otras ocasiones. En principio, no tenía motivos. Pero la escasa pegada de los grupos de la oposición, especialmente del PP, le permitió al regidor municipal administrar el fracaso con cierto relajo.

La actitud de los populares fue determinante. En un pleno que se celebraba en medio de la convulsión nacional por la situación económica, el PP presentó tres mociones: una sobre la conservación de las obras artísticas de las riberas, otra sobre la "negligente" contratación del suministro de energía eléctrica y una última sobre los daños sufridos por las calles anexas a las obras del tranvía.

El PP se suma a la izquierda

Hasta el concejal de Hacienda, el socialista Francisco Catalá, se lo recriminó: "No saben qué decir, no tienen posición política. Se les acaba de apagar la lucecita del Pardo". Desarbolada y sin 'punch', a la portavoz popular, Dolores Serrat, no le quedó más remedio que sumarse a las propuestas de la izquierda y exigir al alcalde que reclame la retirada del decreto y pida la dimisión de Zapatero.

CHA e IU sí concentraron sus iniciativas en las medidas de Zapatero y en la situación económica local. Sendas mociones en las que se exigía la retirada del decreto salieron aprobadas gracias al PP. Los socialistas constataron su aislamiento, ya que ni siquiera tuvieron de su lado al PAR, su socio de gobierno, que se abstuvo. Fue el peor momento para los socialistas. Pese a que Belloch dijo que "nadie desde fuera" le da órdenes, acató la disciplina de partido y casi todo el argumentario oficial.

CHA e IU coincidieron en que Zapatero "ha abandonado a la izquierda". El nacionalista Juan Martín exigió "un pacto por Zaragoza" en materia económica y cargó a diestra y siniestra contra "el hooligan del PSOE (Catalá)" y "la bella durmiente del PP (Serrat)". Mientras, el portavoz de IU, José Manuel Alonso, planteó medidas fiscales para gravar las rentas altas. Belloch tendió la mano sabiéndose acorralado.

Tras quedarse solos en su defensa del decreto antidéficit, los socialistas se llevaron otros dos revolcones con la navegación y con Expo Paisajes, proyectos que en plena crisis son inasumibles para la oposición. El PSOE aguantó con indiferencia, consciente de que el pleno no podía obligar al gobierno a cumplir mociones que no son de su competencia.

"Un dragado a lo grande"

Respecto a los barcos, el socialista Jerónimo Blasco hizo una defensa apasionada, aunque al mismo tiempo responsabilizó al gobierno del alcalde popular José Atarés de toda la tramitación del expediente. También dijo que rescindir el contrato costaría entre uno y dos millones de euros. Tras escucharse los ataques habituales a los problemas ambientales, económicos y técnicos de la navegación, Belloch sorprendió: "Soy partidario del dragado, pero a lo grande. Me gustaría quitar la playa de Helios. Y no solo dragaría el tramo urbano, sino toda la provincia de Zaragoza". Con Expo Paisajes, más de lo mismo. Críticas y réplicas que se diluyeron ante el aplazamiento del proyecto hasta las elecciones. Eso sí, el PSOE logró evitar el rechazo a los Juegos Olímpicos gracias al PP.

La emoción llegó al final con una moción de urgencia presentada por IU y en la que se instaba al Gobierno a retirar del decreto la prohibición de contratar deuda. La propuesta llevaba veneno al colocar a Belloch en la dicotomía de seguir oponiéndose a Zapatero (bastante cabreo llevan ya con él en Ferraz) o tragarse unas declaraciones suyas contrarias a esa medida. La indecisión del PP a la hora de votar la urgencia de la moción, el afán de Alonso por provocar el debate y el oficio de los socialistas la desactivaron.

Alonso retiró el punto más espinoso para Belloch para conseguir su apoyo y al final la propuesta se aprobó por PSOE, PAR e IU. Hasta el alcalde agradeció al portavoz de la formación de izquierdas el regalo que le hacía al convertir sus palabras "en declaración institucional". Después, levantó la sesión y se fue de fin de semana más ancho que largo.