ALCALDE DE ZARAGOZA

Belloch: "Nuestros Juegos serán de España. Aquí nadie juega al independentismo"

Considera que la irrupción de Barcelona ha dado al proyecto Zaragoza-Pirineos un apoyo que no tenía. Ahora, cree que la candidatura aragonesa es favorita.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch.
Belloch: "Nuestros Juegos serán de España. Aquí nadie juega al independentismo"
OLIVER DUCH

¿Ha habido deslealtad por parte del alcalde de Barcelona al anunciar por sorpresa su candidatura a los Juegos?

El problema no es de deslealtad, sino de que no se ha respetado el espíritu olímpico en la forma de plantearlo. Lérida siempre estuvo en contacto con nosotros. Es así como se hacen las cosas, y no de forma improvisada y sin avisar. Además, complica el esfuerzo por parte del Gobierno central, que tendrá que mantener una posición neutral. Debería haber avisado antes.


Tras anunciar su candidatura, el alcalde Hereu le llamó. ¿Qué explicación le dio?

Fue una conversación privada y no querría desarrollarla, pero lo único que puedo decir es que no me planteó venir a Zaragoza.


Causaron polémica sus declaraciones de que no recibiría a Hereu. ¿Esto puede derivar en un conflicto institucional?

Creo que no. Yo solo dije lo que me salió de dentro, porque la visita tendría que haberla hecho antes. Una vez anunciado, vamos a la pugna. No obstante, mis declaraciones no eran tan radicales como reflejó la prensa. Solo dije que en este momento no era oportuna su visita.


Puede dar la impresión de que quiere sacar rédito de la sensación de agravio que muchos aragoneses tienen con Cataluña.

Nunca hemos jugado con ese sentimiento. No comparto el anticatalanismo y en modo alguno nos aprovechamos de un sentimiento que, además, no me parece bueno ni adecuado. Simplemente, yo como alcalde tenía que dar una respuesta a la actitud de mi homólogo en Barcelona.


Se ha dicho desde Zaragoza que la candidatura representa mejor a España.

Lo que pasa es que no puede ser que una comunidad declare todo el día que es una nación y después, para algo que le interesa, de repente le importe la nación española. Es una permanente contradicción. Hay mucha gente que piensa, aunque no sea el caso de Hereu, estoy convencido, que si gana Barcelona serán los Juegos de la nación de Cataluña, sobre todo los que son independentistas. En el caso de Zaragoza, los Juegos serán de la nación española. Aquí nadie juega al independentismo. Eso le crea dificultades a Barcelona. Como le crea dificultades que se multe por utilizar el español. En Aragón hacemos esfuerzos de verdad por tener una buena relación con Cataluña, pero lo cierto es que no se dejan.


¿Cambiará la actitud del Gobierno central y del COE respecto a Zaragoza-Pirineos tras la irrupción de Barcelona?

Igual que el conjunto de España prefiere la candidatura de Zaragoza-Pirineos, lo mismo pasa en el COE. Por eso estoy tan convencido de ganar. Lo que ocurre es que el presidente del COE y el secretario de Estado para el Deporte, por exigencias del guión, ahora tienen que ser imparciales.


¿Barcelona tiene posibilidades de éxito?

Yo sinceramente creo que no. Nuestra candidatura tiene muchos pluses que no tiene la de Barcelona. Tenemos garantía de nieve, una menor distancia a las pistas, todo el mundo reconoce que nuestras instalaciones están más modernizadas y nuestra candidatura despierta mayores simpatías. Y además, detrás están las dos principales fuerzas políticas y el PAR y en la candidatura de Barcelona no sé quien está. Ni siquiera sus socios de gobierno lo ven claro. Los ciudadanos otro tanto. Y tenemos toda la experiencia acumulada del trabajo muy bien hecho de Jaca durante años. Por todo eso junto, nuestra candidatura es claramente la favorita y será la ganadora.


La candidatura aragonesa, en un principio, parecía dormida. Pero con la competencia de Barcelona se ha reactivado.

Absolutamente. Se nos han adelantado los plazos. No es que hagamos nada que no teníamos previsto, pero sin rival no hacía falta formar de manera inmediata el consorcio. La rivalidad nos obliga a que nuestra candidatura termine antes y tenga calidad. En ese sentido, la decisión de Hereu no solo tiene inconvenientes.


¿Cuáles serían esas ventajas?

La candidatura de Barcelona nos produce el perjuicio de que la intervención del Estado se aplaza o algunas partes se suspenden. Pero produce una ventaja. El proyecto inicialmente fue acogido con frialdad por la opinión pública, cosa que no me extrañó porque ocurrió con la Expo. Pero al entrar en competición se ha producido un incremento masivo de apoyo ciudadano. Algún amigo mío, en plan bromista, decía que debemos darle un premio a este señor.


¿Qué pasos dará ahora el consorcio?

Hay que avanzar el dosier de candidatura y hacer un plan de ordenación territorial en materia medioambiental y de infraestructuras. Y el plan de promoción del deporte, que deberíamos intentar negociar con el COE y con la Secretaría de Estado del Deporte. En ese tema, la Administración del Estado podría empezar a trabajar ya, porque valdría tanto para la candidatura ganadora, que es Zaragoza, como para la perdedora, que es Barcelona.


¿Cómo será el proyecto olímpico?

El primer criterio va a ser el de la austeridad. Se tratará de reutilizar todo lo que ya tenemos: la futura construcción del Zenit, el Huevo y el Príncipe Felipe. Solo se realizaría uno nuevo y estoy convencido de que será factible que haya empresas interesadas en construirlo y gestionarlo. Además de austeras, tienen que ser sostenibles.


Se habla mucho de las afecciones que podrían causar unos Juegos al Pirineo.

El plan de ordenación territorial servirá para analizar los temas de infraestructuras y sobre todo para garantizar que el proyecto será sostenible. Al hacerse en Zaragoza la Villa Olímpica o los palacios principales en materia de hielo, eso ya no se tiene que ir a la montaña. Medioambientalmente hablando, será infinitamente menos agresiva que la tradicional candidatura de Jaca.


Como Hereu, usted también recibe críticas por su 'eventismo'.

Creo que a los zaragozanos no hay nada que decirles. Con todo lo que hemos conseguido con la Expo tienen la respuesta. Con tal de pasear por las riberas, el parque fluvial, el aeropuerto, los cinturones cerrados, los cercanías? Y ahora ya no hace falta explicar cuando los empresarios van al extranjero qué es Zaragoza. A nosotros nos ha salido tan rotundamente bien que el escepticismo ante los grandes acontecimientos en Zaragoza no puede funcionar.