"ESPÍRITU EXPO"

Belloch se compromete a que la proeza de la Expo no sea un episodio "efímero"

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, presidió el día de la ciudad en la Exposición Internacional 2008, donde ensalzó la proeza que ha supuesto la muestra y se comprometió a que no sea un episodio "efímero", sino "un punto de no retorno" para que la capital aragonesa sea la ciudad de tamaño medio más dinámica del sur de Europa.


Zaragoza, con la Expo, "simplemente" se ha puesto a la altura de sus competidoras y ahora es cuando hay que ser capaz de hacer algo diferente, innovador, dijo Belloch, quien anunció que en los próximos meses se presentarán una serie de iniciativas con ese objetivo, que no precisó.


Belloch presidió el Día de Zaragoza acompañado por la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, el comisario de la Expo, Emilio Fernández-Castaño, el presidente de Expoagua, Roque Gistau, los miembros de la corporación municipal y varios consejeros del Gobierno de Aragón, aunque no su presidente, Marcelino Iglesias, quien finalmente no asistió.


En su intervención, el alcalde, además de expresar su gratitud a todos los vecinos de la ciudad por lo conseguido, hizo hincapié en que lo esencial es no frenar el proceso de cambio que ha experimentado la ciudad y extender la excepcional red de relaciones internacionales que se ha empezado a construir con la Expo.


Para Belloch, la historia dirá que la Expo ha significado el mayor impulso modernizador de la ciudad de toda su andadura, que ha abierto una excepcional oportunidad de posicionamiento internacional en la gestión del agua, que ha proporcionado empleos, infraestructuras y riqueza".


Por su parte, Garmendia destacó el importante esfuerzo que ha supuesto la Expo para la proyección internacional de la ciudad y de España, unido a la regeneración de su paisaje urbano, que sitúa al Ebro como referencia "viva y cambiante" de una ciudad renovada y más preparada para afrontar el futuro.


La Expo, una de las mejores muestras internacionales de todos los tiempos, agregó, ha logrado convertirse en el mejor escaparate internacional de un país vanguardista y comprometido con la protección del medio ambiente, el desarrollo humano y la tecnología.


Por su parte, el comisario de la Expo subrayó que Zaragoza es "el alma" de la muestra, que ha contado con el apoyo de todos los zaragozanos y casi ha recibido, a una semana de la clausura, cinco millones de visitantes.