AGUA

Belloch admite que es un trasvase y lo justifica, aunque cree que se ha gestionado mal

El PAR oscense critica la bilateralidad del proyecto y el consejero Boné reclama "soluciones alternativas" para dar agua a Barcelona.

Juan Alberto Belloch, se desmarcó ayer de la tesis oficial de su partido y admitió que el proyecto para llevar agua a Barcelona supone un trasvase del Ebro. El alcalde de Zaragoza, además, destacó que el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha gestionado erróneamente la cuestión, aunque a continuación vino a justificar la transferencia y utilizó la Expo, al igual que hiciera Marcelino Iglesias el miércoles, como excusa para intentar acallar la oposición social en Aragón.


Belloch, en declaraciones a Radio Zaragoza, dijo que "no se puede engañar con las palabras" y que el proyecto de abastecimiento de agua a Barcelona "es un trasvase". De hecho, se mostró convencido que los informes jurídicos encargados por la DGA así lo confirmarán. El alcalde subrayó que se han producido "errores" por parte del Gobierno central, especialmente el ofrecer una "imagen de negociación bilateral" con Cataluña. "Se debería haber gestionado de un modo distinto", apuntó, y afirmó que Zapatero debería haber convocado a todas las Comunidades afectadas y a la Confederación Hidrográfica.


No obstante, Belloch justificó la necesidad de la actuación por la demanda de uso de boca de Barcelona y señaló que no se puede comparar con el PHN del PP. "No me parece razonable equiparar el trasvase para desarrollos turísticos enloquecidos en el Mediterráneo con un trasvase destinado a agua de boca; hacerlo es pura demagogia", aseguró.


Además, opinó que, con el Estatuto en la mano, Aragón debería "haber sido consultado" y advirtió que la Comunidad debería posicionarse en contra, aunque cuestionó la referencia a los trasvases prevista en la norma estatutaria cuando se trata de solucionar problemas de abastecimiento de agua de boca. Recordó asimismo las palabras del presidente aragonés, Marcelino Iglesias, "que ha dicho que no discutirá el agua de boca". Belloch dijo pensar que "este debate estaba ya superado" y confió en que la polémica hidráulica "no acabe enturbiando la Expo". Reclamó que "no se exalten las pasiones" con este asunto y se pregunto: "¿Nos gustaría que nos dijeran que los aragoneses se oponen a dar agua de boca?".


Por su parte, el secretario provincial del PSOE en Zaragoza, Javier Lambán, se mantuvo en la línea oficial al afirmar que no le parece "dramático" prolongar el minitrasvase del Ebro de Tarragona a Barcelona y "hacer llegar agua para beber a una población desabastecida".


"Estamos hablando de una cosa distinta a la de hacer llegar aguas para políticas especulativas y depredadoras del medio, que son las que practican los valencianos y los murcianos", agregó el también presidente de la DPZ. Lambán señaló que se atendrá "estrictamente" a la decisión que tome la DGA y declaró que "desde Aragón se mantiene una posición firme frente al trasvase".


Giro paulatino en el PAR


Movimientos más significativos se produjeron en las filas del Partido Aragonés, aunque sin llegar a expresar todavía un rechazo contundente al trasvase. Roque Vicente, presidente intercomarcal del partido en el Alto Aragón, denunció que "el Estado y Cataluña pacten sobre el Ebro sin contar con Aragón ni con el resto de comunidades de la cuenca". Así mismo, animó "al nuevo Ministerio y a la Generalitat a que busquen soluciones sin recurrir a la cuenca del Ebro".


El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, aunque insistió en esperar a los informes jurídicos solicitados por la DGA para expresar un posicionamiento definitivo, pidió al Estado y a la Generalitat "que busquen otras soluciones más eficaces en las propias cuencas catalanas afectadas por la sequía". Bone señaló que los aragoneses son "sensibles con las necesidades de agua de otros territorios", pero dijo esperar el mismo trato cuando "en Aragón hay más de un centenar de núcleos que tendrán dificultades de abastecimiento este verano si no se remedia la sequía".