lucha contra la ludopatía

Azajer confirma que se disuelve por falta de ayudas

La Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Azajer) ha reiterado su decisión de disolverse el 31 de diciembre, ante la negativa del Gobierno aragonés a aumentar las subvenciones anuales.

La Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Azajer) ha reiterado su decisión de disolverse el 31 de diciembre, ante la negativa del Gobierno aragonés a aumentar las subvenciones anuales y establecer un marco jurídico de concertación de las ayudas.


Así lo han comunicado en rueda de prensa la vicepresidenta de la asociación y directora médica, Teresa Gonzalo, y José Vicente Marín, director terapeútico de Azajer, quienes han comparecido junto a un paciente en proceso de rehabilitación, a un familiar y a un socio rehabilitado para exponer la problemática a la que se enfrenta la asociación.Un recorte del 75% en un año

Marín ha explicado la decisión del Ejecutivo autónomo de reducir en un solo año un 75% de la subvención que percibían para desarrollar su labor. Así, Azajer, que recibió 105.000 euros en 2008, obtuvo 79.000 euros durante el pasado ejercicio. Una cantidad que ha sido reducida a 20.000 euros en 2010. Para Marín, esta circustancia imposibilita la continuidad de una labor que, según ha afirmado, no garantiza el sistema sanitario público.


Ha responsabilizado, en concreto, a la consejera de Sanidad, Luisa María Noeno, departamento del que proceden los ingresos de la Azajer, y a cuyos responsables acusan de "mentir" al darles a entender inicialmente que la subvención iba a ser repartida este año entre las consejerías de Salud y de Asuntos Sociales.


El director terapeútico de la asociación ha informado que los hechos han sido motivo de la apertura de oficio de una queja por parte del Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, cuyos dos intentos de solicitud de información a la consejera de Salud han quedado sin respuesta.


Ha revelado que Azajer ha presentado un escrito de alegaciones a la cartera de subvenciones de la Consejería de Servicios Sociales para lograr su inclusión como un servicio "esencial" de apoyo a las familias de los ludópatas.


Por su parte, la vicepresidenta de la asociación ha calificado de "falsa" la alegación hecha por la consejera de que la asistencia a los ludópatas está garantizada en el sistema público de salud, y ha expresado su malestar por la negativa de las instituciones aragonesas a recibirles.


Para reforzar su argumentación, Teresa Gonzalo ha asegurado que Azajer cuenta con el apoyo expreso de tres especialistas médicos que les han confirmado la inexistencia de tratamientos específicos en el sistema para los ludópatas.


Se trata, ha afirmado, de los presidentes de la Asociación Aragonesa de Psiquiatría, Isabel Irigoyen; de la Sociedad Aragonesa de Rehabilitación Psicosocial, Pedro Pibernat; de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, Antonio Tarí; y de la Sociedad Aragonesa de Psicólogos Clínicos, José Antonio Aldaz.


La reivindicación de los responsables de Azajer ha sido respaldada por uno de los pacientes en tratamiento, Javier García, un empresario zaragozano afectado por el juego que, según ha afirmado, "si Azajer cierra, estaré al 95% de posibilidades de volver a recaer".


La portavoz de los familiares de los pacientes, Natividad Arnaiz, también ha alertado de que el cierre de la asociación dejará a las familias en situación de "desamparo" para hacer frente a la problemática derivada de la existencia de ludópatas en sus respectivos entornos.


Las cifras aportadas revelan que entre 2008-2009, Azajer atendió a seiscientas personas que solicitaron información sobre el programa de atención, aunque el número total de personas sometidas a tratamiento finalmente, entre familiares (450) y pacientes (362) se acercó a las ochocientas, 154 de las cuales se rehabilitaron.


Para evitar el cierre de la asociación, sus responsables reclaman del Gobierno aragonés el establecimiento de un marco jurídico para la firma de un acuerdo de concertación que garantice un apoyo continuo en los próximos años a las actividades programadas.