CASOS DE FRAUDE

Aumentan los falsos divorcios en Aragón para evitar los embargos judiciales

Las agencias de detectives de la comunidad confirman el repunte de este tipo de prácticas, y lamentan las dificultades que encuentran para evidenciarlos ante el juez.

Una pareja de la mano
Aumentan los falsos divorcios en Aragón para evitar los embargos judiciales
LAURA URANGA

Los divorcios ‘simulados’ están de moda en Aragón. Tal y como explican los detectives privados de la comunidad, encargados en la mayoría de los casos de su investigación, esta práctica está en auge por culpa de la crisis.


El caso típico es el siguiente: un empresario al que no le van bien los negocios debido a la situación económica actual y que se encuentra al borde del embargo de sus bienes decide separarse de su mujer –en ocasiones, el orden de los sexos es el contrario-, para cederle a ella todas las posesiones materiales y sortear, de esta manera, la pérdida de patrimonio.


«Suelen ser personas relacionadas con el mundo empresarial, que deciden quedarse solo con las acciones de la sociedad, y ceden los pisos o propiedades al cónyuge», señala Javier Bellot, de la agencia Factum.


Su papel, entonces, pasa por demostrar ante un juez que el divorcio es falso, ya que en realidad siguen viviendo juntos, o que la separación de bienes realizada es irregular por algún motivo.


Sin embargo, Bellot lamenta que este tipo de casos son «difíciles» de demostrar, ya que el divorcio llega antes que el embargo, «aunque estaba claro que sabían que les iban a embargar hacía mucho tiempo». Por ello, confirma, «muchos suelen salir impunes».


Pero puestos a rizar el rizo, el propio Bellot confirma que los falsos divorcios se ejecutan para conseguir otro tipo de fines. «Algunos –relata-, incluso lo hacen para cambiar el domicilio del hijo y que pueda tener acceso al colegio que desean».

Bajas laborales y custodias compartidas

El sector de los detectives privados en Aragón se adapta, como en el resto del país, a las nuevas circunstancias, como demuestra el repunte de los divorcios ‘simulados’. De hecho, la investigación de infidelidades, uno de los temas recurrentes en las últimas décadas, deja paso a otro tipo de casos más recurrentes.


«Investigamos muchas bajas laborales fingidas, custodias compartidas que uno de los padres no puede cumplir o casos de subarrendamientos ilegales», destaca Isabel Sesma, detective privado afincada en Zaragoza. Los principales clientes de este gremio son los propios abogados, que necesitan pruebas de cara al juicio que tienen entre manos.


Como explica Sesma, «la crisis ha agudizado la economía sumergida» que es por donde se mueven ahora la mayoría de los casos. Por ejemplo, se tratan temas de competencia desleal, concesiones de obras dudosas… Aunque todavía se mantienen algunos clásicos, como el seguimiento a los hijos para saber en qué ambientes se relacionan o si tienen contacto, por ejemplo, con el mundo de las drogas.