SANIDAD

Aragón reduce el número de cesáreas, aunque aún se practicaron 2.790 el año pasado

Es una de las comunidades con menos intervenciones de este tipo, aunque representan todavía un 21,35% del total de partos

Aragón poco a poco va cumpliendo los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de reducir el número de cesáreas. Una práctica que se había disparado en los últimos años. De los 13.000 nacimientos contabilizados en 2009, 2.790 se llevaron a cabo por medio de esta técnica. Lo que supone situarnos por debajo de la media nacional (21,35% frente al 23,5% en España). Somos la quinta comunidad con menos intervenciones de este tipo.


Son todavía los hospitales privados los que más cesáreas practican. Un 30,5% de los partos atendidos en estos centros no son por vía vaginal, mientras que en la pública este porcentaje se reduce al 19,5%. Y de estos, el hospital Miguel Servet destaca sobre el resto.


En proporción al número de alumbramientos que atiende, más de 5.000 al año, es el que menos cesáreas registra (un 16%). Durante los últimos años, la Casa Grande se ha centrado precisamente en intentar racionalizar el parto y fomentar el número de los naturales. En ese sentido, el jefe de Obstetricia del Miguel Servet, Javier Tobajas, explicó que en estos momentos el servicio intenta solo recurrir al paso por el quirófano en casos muy concretos. Algunas de las cesáreas incluso son programadas por posibles riesgos para la madre o para los bebés por hipoxia fetal, por ejemplo, o no hay más remedio que hacerlas por una mala evolución en el parto.


No obstante, destacó, el Servet ha conseguido reducir el número de cesáreas en casos en los que antes siempre se hacían u otros hospitales las siguen practicando. Por ejemplo, ha logrado que un 16% de los bebés que vienen de nalgas nazcan por un parto natural. Con el mismo objetivo, se ha trabajado intensamente para que en solo un 55% de los nacimientos gemelares sea necesaria la incisión en el abdomen. “Siempre que el primer feto venga de cabeza, aunque el segundo venga de nalgas, apostamos por un parto vaginal”, aseguró Tobajas. El jefe del servicio de Obstetricia precisó que para atender un parto de nalgas por vía vaginal se necesita una experiencia que no tienen los especialistas de muchos hospitales. “Pero en el Servet lo seguimos manteniendo y los profesionales saben atender estos casos”, señaló Tobajas.

Recordó que pasar por el quirófano para dar a luz no supone solo elevar el coste económico, sino una serie de riesgos para la paciente que siempre se tienen que valorar a la hora de decantarse por esta práctica.


Pero el Miguel Servet también ha conseguido algo que hace unos años era impensable: mujeres que han dado a luz en el quirófano por cesárea no tengan que pasar por ello cuando paran a sus siguientes hijos. En concreto, el Materno-Infantil ha conseguido que un 60% de estas mujeres tengan un parto vaginal en las siguientes ocasiones.


De hecho, aquí ya se ha probado una técnica que resulta bastante eficaz en estos casos. Cuando la mujer no dilata, se le pone una sonda de doble balón. No se trata más que de un pequeño aparato que se introduce en el cuello del útero. Ya dentro, se hinchan dos pequeños balones, uno dentro del útero y otro en la vagina. Es un procedimiento indoloro, en el que la mujer nota presión, pero no mucho más, por lo que no suele requerir analgesia.


Este dispositivo se suele dejar actuar durante unas 12 horas, y después se retira. La experiencia es que su efecto hace que el cuello madure y todo mejore de cara al parto vaginal.