AGUA

Aragón rechaza una tubería para llevar agua por la AP-7

Todos los partidos de Aragón rechazan la posibilidad de llevar agua de Tarragona a Barcelona a través de una gran tubería que discurriría por la mediana de la Autopista AP-7 y que se apunta como opción en algún medio de comunicación, aunque sin ninguna concreción.


La propuesta apunta a la unión de los sistemas de abastecimiento de Tarragona y Barcelona por el centro de la Autopista AP-7, posibilidad que podría reducir los plazos puesto que no serían necesarias expropiaciones y sólo la confirmación de Fomento.


En Aragón, el presidente del PP, Gustavo Alcalde, ironizó sobre las múltiples formas que se barajan para llevar agua del Ebro a otros lugares y aseguró que sólo falta plantear que ésta se transporte en avión. Lamentó que el PSOE, miembro del tripartito que gobierna Cataluña con el socialista José Montilla a la cabeza, reclame ahora algo (en relación al trasvase de agua del Ebro que incluía el Plan Hidrológico Nacional) a lo que se opuso hace cuatro años. Sólo están abiertos a los trasvases, reprochó Alcalde al PSOE, cuando satisfacen sus necesidades, algo que consideró "contradictorio" y una "desvergüenza".


El portavoz socialista en las Cortes, Jesús Miguel Franco, dijo que es "consciente" de que en muchos puntos de España hay sequía, pero recordó que también dentro de la España Húmeda hay muchas zonas secas. Al PSOE no le gustan los trasvases, y eso es algo que recalca el candidato a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.


Defendió la labor de las desaladoras en cuanto a solucionar estos problemas de sequía frente al líder popular, Mariano Rajoy, que sigue apostando por "soluciones viejas" para "problemas de hoy" y que "sólo se acuerda de Aragón cuando lo ve como una solución a los problemas de agua de otras zonas del país".


Y el portavoz del Partido Aragonés, Javier Allué, calificó la opción de la tubería por la autopista de "disparate" y recordó que el PAR se opone a cualquier trasvase porque son obras "medioambientalmente inviables de todo punto" frente a quienes dicen "si es para mi, bien, y si es para otro, me opongo".


Por ello, si Zapatero se opone a los trasvases y Montilla dice que es "la última solución", instó al presidente catalán a que trabaje "en las alternativas" y a que "no ataque directamente" al Ebro, que es "lo primero que se le ocurre a todo el mundo".


Allué pidió, no obstante, que se hagan las obras del Pacto del Agua porque Aragón no puede estar "permanentemente" pendiente de la Espada de Damocles del trasvase del Ebro sin ver cómo se cumplen los compromisos acerca de las obras de regulación pendientes.


La presidenta de CHA, Nieves Ibeas, fue tajante al asegurar que Chunta Aragonesista se opone a "cualquier iniciativa que signifique trasvase o transferencia de aguas desde cauces del Ebro", siempre en defensa de la unidad de cuenca.


Finalmente, el diputado de IU y secretario general de la coalición en Aragón, Adolfo Barrena, dijo que transportar agua del Ebro desde Tarragona es "una ocurrencia más" ante un problema que no se soluciona "con tubos o con redes, sino con agua" y demuestra la "demagogia" del tripartito catalán.


La solución a los problemas del agua, añadió, "no puede ser" traerla de otro sitio siempre que hay problemas, "porque al final habrá que cogerla de Marte", ironizó.